Elián Gaspar Larregina jamás se olvidará este domingo 4 de agosto de 2024. Se habrá emocionado segundos antes de escuchar el tiro del comienzo de la cuarta serie de los 400 metros. Acá en París, en el Stade de France, y gracias al nacido en Suipacha hace 24 años, Argentina volvió a tener un atleta en esta prueba -de las más complejas del atletismo- desde la participación de Gustavo Hernando Aguirre en Sidney 2000. Un motivo para celebrar, claro.
Con su gorra azul oscuro bien apretada, el suipachense se ubicó en el carril número 3. Y tuvo un honor: en su misma serie corrió el estadounidense Quincy Hall, el número uno del mundo y que culminó primero. Fue bueno el arranque de Larregina, el único argentino en la historia en bajar la barrera de los 45 segundos (44s93 conseguidos en España este año). Pero ya en la mitad de su sprint se notó que bajó un poco la intensidad pensando en el Repechaje de este lunes. Así, el bonaerense culminó último en su grupo con un tiempo de 47s80.
Hay datos que permiten dimensionar la figura de Larregina, por si algún compatriota se quiere hacer el vivo en redes sociales y participar de ese juego inentendible. Solamente 320 atletas lograron en la historia correr en 44s93 los 400 metros. Y Elián logra sus objetivos a puro corazón y gracias a las marcas que lo apoyan.
Fue pensado esa baja de tensión de Larregina, que dará todo cuando dispute el Repechaje desde las 6:20 (hora argentina) en búsqueda de un lugar en las semifinales, al cabo, su gran objetivo. Por momentos hubo temor porque en marzo pasado sufrió una lesión en Paraguay que le complicó la preparación para estos Juegos.
«No me sentí cómodo, a partir de los 100 metros iba muy forzado. Lo pensé y preferí aflojar para apuntar a mañana y las semifinales. Son los nervios, no es una excusa, pero me ganó la ansiedad. Esto también me sirve para aflojar un poco, conocer el estadio, a la gente. Ahora toca borrar lo que hice hoy y a pensar en mañana», explicó el atleta.