A uno puede gustarle más Rafael Nadal por la fiereza que todavía muestra dentro de la cancha, Roger Federer por la elegancia de cada uno de sus tiros o cualquiera otra de las leyendas del tenis simplemente por gusto personal. Eso es indiscutible. Sin embargo, a juzgar por los números, la etiqueta del «mejor tenista de la historia» no puede ser para otro que para Novak Djokovic. Lidera la tabla de trofeos de Grand Slam con 24, es también el que más Masters 1000 (40) y Torneos de Maestros (7) ganó y está muy arriba de todos con 428 semanas como número uno del mundo. Y este domingo tendrá la chance de agigantar su leyenda con el único gran título que le falta, el de los Juegos Olímpicos.
Nole jugó en la segunda ronda de París 2024 su partido número 60 contra Nadal, el más repetido en la historia del tenis masculino siendo sólo superado por los 80 que disputaron Martina Navratilova y Chris Evert, y enfrentó otras 50 veces a Federer, pero su gran rival hoy es Carlos Alcaraz. El murciano de 21 años, que ya se impuso en cuatro Majors y va detrás de los pasos del «Big Three», lo venció con facilidad en la final de Wimbledon hace unas pocas semanas y será el último escollo que tenga el serbio ante de conseguir esa medalla dorada que tanto se le hace desear.
Su debut olímpico fue con 21 años en Beijing 2008, donde obtuvo un bronce que tomó como oro. Tras vencer al estadounidense James Blake en el partido por el tercer puesto, disfrutó como un niño de subirse al podio. Fue un sueño cumplido. Pero a partir de allí acumuló más frustraciones que alegrías: padeció cierta falta de motivación al jugar por el bronce en Londres 2012 y Tokio 2020 y, en el medio, llegó como el gran candidato a la edición de Río 2016, pero tuvo uno de las tristezas más grandes de su carrera al caer en primera ronda con Juan Martín Del Potro y dejar la cancha llorando. Ahora, en su quinto Juego Olímpico, tendrá la última oportunidad de sanar esa herida.
«Logré muchas cosas maravillosas en el deporte, pero nunca la final de los Juegos Olímpicos. Estoy muy emocionado. Espero haber llevado la alegría a los aficionados serbios y a la gente de todo el mundo», dijo tras vencer en semifinales al italiano Lorenzo Musetti y citarse con Alcaraz, que previamente había vencido al canadiense Félix Auger Aliassime. Y luego, consciente de que no la tendrá fácil, agregó: «Aseguré una medalla para Serbia, así que no tengo nada que perder. Me estoy moviendo mejor que en Wimbledon, pero sé que Carlos es el mayor desafío que existe ahora mismo».
Si gana, Djokovic se convertirá en el tenista de mayor edad en ser campeón olímpico. En tanto, para Alcaraz también será muy especial, ya que si logra gritar campeón superará el registro de su ídolo Rafa Nadal en Beijing 2008 y será el más joven en colgarse la medalla de oro.
«Voy a intentar no pensar en todos los datos y la estadística de lo que puedo llegar a conseguir para dar lo mejor y hacer disfrutar y sentirse orgullosos a todos lo españoles», dijo Carlitos tras vencer con un contundente doble 6-1 a Auger Aliassime.
Y se mostró muy confiado: «Que se preparen (los españoles) para el espectáculo que les voy a dar. Agradezco muchísimo a la gente que está en el estadio y que ha venido aquí a París a animar. Son un apoyo muy importante para mí en este torneo. A la gente que está en casa, que son muchísimos, también les agradezco el apoyo. Voy a darles lo que quieren: el oro». dijo
Se viene un choque generacional con mucha historia en juego.
¿A qué hora juegan Djokovic y Alcaraz la final de los Juegos Olímpicos?
La actividad del tenis este domingo comenzará a las 7 de la mañana de la Argentina (12 en París) con el partido por la medalla de bronce de las checas Karolina Muchova y Linda Noskova frente a las españolas Cristina Bucsa y Sara Sorribes Tormo en la Philippe-Chatrier.
A continuación, también en la cancha principal del Stade Roland Garros, llegará el plato fuerte del día con la «finalísima» entre Djokovic y Alcaraz.
Y en última instancia, por el oro del dobles femenino, se verán las cara las italianas Sara Errani y Jasmine Paolini con las rusas Mirra Andreeva y Diana Shnaider.