El VAR le dio otra vida a la Argentina cuando parecía que el sueño de la medalla en los Juegos Olímpicos de París se esfumaba. Michael Olise coronó a los 39 del segundo tiempo una jugada en comenzó Maghnes Akliouche que apiló jugadores en el área y dio el pase.

Sin embargo, en la revisión de la jugada advirtieron un pisotón a Equi Fernández y por ese planchazo se anuló el tanto, en medio del abucheo de los miles de hinchas galos que llenaron el estadio en Burdeos.

De poco sirvió porque la selección de Mascherano no pudo, ni supo igualar el partido en los minutos que faltaban de partido, ni en los más de 11 que adicionó el arbitro uzbeco Ilgiz Tantashev.

Argentina arrancó dormida un partido definitorio en la que no solo jugaba contra un rival de jerarquía, sino también contra el público local que siempre hizo sentir más que visitante a los jugadores albicelestes, a raíz de una suerte de venganza simbólica por el triunfo argentino en la final de Qatar 2022.

La primera jugada del partido puso a los dirigidos por Mascherano 1-0 abajo tras un cabezazo de Jean-Philippe Mateta a los 5 minutos de partido, despues de un corner al vértice del área chica que el delantero lungo del Crystal Palace conectó ante la impotencia de Nicolás Otamendi, capitán argentino.

Salvo algunas contras que encontraron a la Argentina mal parada, la posesión de la pelota y la mayoría de las jugadas de peligro estuvieron en los pies del equipo que condujeron con pases cortos Equi Fernández, Medina, Zenón y Thiago Almada.



Fuente Clarin

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