Era difícil la misión para el catamarqueño Julián Gutiérrez, porque la mayoría de los siete rivales de la final de tiro de 10 metros con rifle de aire comprimido en los Juegos Olímpicos de París 2024 tenían antecedentes muy importantes. Y, en un contexto así, los dos fallos que tuvo en los 12 tiros antes del primer corte lo condenaron a una temprana eliminación, aunque a un más que meritorio diploma olímpico, el primero para la delegación argentina, a partir de su octavo puesto.

En la primera tanda de cinco disparos, Gutiérrez, de 23 años, tuvo un pequeño desliz en el segundo, lo que en un nivel tan alto lo dejó en el fondo de la tabla de posiciones. La progresión de sus tiros fue la siguiente: 10.5; 9.3; 10.5; 10.8 y 10.3. Enseguida, en el segundo bloque, el catamarqueño remontó la distancia con una puntuación de 10.4; 10.2; 9.7; 10.7 y 10.3.

Antes del primer corte, quedaban solo dos disparos y una desventaja de 0.6 décimas que recuperar sobre el surcoreano Daehan Choe, que estaba séptimo, para evitar la eliminación.

Pero, ya con la presión a cuestas, marcó 9.9 y 10.2, para totalizar 122.8 puntos que lo dejaron por debajo del representante asiático (124.1) al momento de esa primera salida de la línea de tiro, de la que se fue masticando bronca antes de consolarse con el abrazo de Pablo Álvarez, el entrenador del equipo nacional que completa la cordobesa Fernanda Russo.

Así, fue diploma olímpico para el atleta de 23 años, que había ilusionado con su participación del domingo en el Centro de Tiro de Chateauroux, que está ubicado en un pueblo alejado a más de 200 kilómetros de París. El tiro tiene ahí su propia Villa, muy lejana de la que aloja a la mayoría de los atletas en la zona de Saint Denis de la capital francesa.



Fuente Clarin

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