El clima de convulsión que se vivió en la semana en River tras la derrota con Godoy Cruz cambió. Lo que anticipaba un cabildo abierto se transformó en el Monumental se transformó prácticamente en un teatro. La salida de Martín Demichelis descomprimió.
Tanto que, el entrenador, quien dirige su último partido en River ante Sarmiento fue aplaudido cuando la voz del estadio enunció su nombre por los altoparlantes tras dar las formaciones.
Esta vez no hubo silbidos. El fastidio que tenían la gente de River se disipó tras el anuncio del sábado que este encuentro ante Sarmiento sería el último de Demichelis como técnico de River. Los hinchas entendían que se había entrado en una crisis futbolística de la que ya no se podía salir salvo con un cambio de técnico.
Para Micho, además, hubo un video con imágenes de sus tres títulos ganados como DT de River: la Liga Profesional, el Trofeo de Campeones y la Supercopa Argentina. En ese momento emotivo también recibió aplausos de los hinchas.
Y cuando el entrenador salió a la cancha lo hizo con una una camiseta de River negra con la franja roja y blanca cruzada y un saco con el escudo de River. Recibió aplausos de la platea San Martín y se lo vio emocionado. Mientras, su hijo Bastian, de alcanzapelota, lloraba a un costado. Y su mujer Evangelina Anderson también derramaba lágrimas en un palco.
Eso sí, la tarde en el Monumental no estuvo completamente edulcorada. Los hinchas apuntaron a los jugadores ya desde el momento en el que estaban haciendo la entrada en calor y antes de empezar el partido.
“A ver si nos entendemos los jugadores y la popular ustedes mátense en la cancha que acá en la tribuna los vamos a alentar”, arrancaron entonando el famoso grito de guerra.
Y sigue: “Pongan más huevo, pongan más corazón, como ponemos nosotros en el tablón”.
La salida de Demichelis, en definitiva descomprimió la candente situación pero el foco de conflicto se trasladó a los jugadores, los que, al fin y al cabo, deciden los destinos futbolísticos en la cancha.