Faltan apenas 36 segundos para que el partido termine y la victoria de Estados Unidos ante Serbia en el debut del Dream Team en el básquet olímpico está más que garantizada por los casi 20 puntos de ventaja. Pero LeBron James se mete abajo del arco, ensaya una palomita y deposita la pelota en el aro antes de deslizar su enorme cuerpo por el piso. Deliran los más de 25.000 espectadores que llegaron hasta el estadio Pierre Mauroy, donde comúnmente hace de local LOSC Lille. “MVP/MVP/MVP”, baja desde las tribunas para uno de los deportistas más importantes de los Juegos Olímpicos de París.

¿Quién le puede pelear el honor al nacido en Ohio hace 39 años? A la mesa del jugador de Los Ángeles Lakers se podrían sentar Rafael Nadal, Simone Biles, Novak Djokovic y no muchos más. Por eso disfrutan los presentes en el lujoso estadio: al cabo, están aplaudiendo a una leyenda.

Fue bueno el debut del Dream Team en París 2024: venció sin problemas 110-84 a Serbia, uno de los candidatos a quedarse con una medalla. La actuación del elenco que comanda Steve Kerr, ex compañero de Manu Ginóbili en San Antonio Spurs y cerebro de los Golden State Warriors, fue sin fisuras porque defendió como se debe defender en los partidos grandes: con el corazón y la cabeza. Genera placer ver a consagrados como LeBron o Kevin Durant fajarse contra los rivales como si recién estuviesen arrancando su carrera.

Tal vez LeBron y compañía pretendan escribir la página más gloriosa del básquet de Estados Unidos. Sucede que este plantel llegó a París cargado de comparaciones con el Dream Team que comandó Michael Jordan en Barcelona 1992. Aquella vez, además de MJ en el equipo estaban David Robinson, Patrick Ewing, Larry Bird, Scottie Pippen, Clyde Drexler, Karl Malone, John Stockton, Chris Mullin, Magic Johnson, Charles Barkley y el por entonces universitario Christian Laettner. En resumen, en un mismo plantel convivían 10 miembros del salón de la fama.

En las próximas dos semanas se sabrá si esta versión del Dream Team se codea o no con el de Jordan. Por lo pronto, comenzaron de la mejor manera porque, se insiste, Serbia y Nikola Jokić, el pivot tres veces MVP de la temporada y una vez MVP de las Finales, no eran un sencillo rival. James culminó el juego con 21 puntos, 9 asistencias y 7 rebotes, mientras que su ladero, Kevin Durant, firmó una planilla de 23 puntos con 5 triples en igual cantidad de intentos. En tanto, el que quedó un poco en deuda fue el base Stephen Curry, quien culminó con 11 unidades y un bajo 3 de 7 en tiros desde larga distancia, su especialidad.

Y si la diferencia no fue aún más grande fue porque el capitán serbio está al nivel de cualquiera de los NBA. Jokić marcó 20 puntos, con 5 rebotes y 8 asistencias. La otra figura, Bogdan Bogdanović, cerró con 14 unidades y 6 rebotes.



Fuente Clarin

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