qué pasa si la antorcha se apaga antes o durante la cita olímpica

Los Juegos Olímpicos representan el evento deportivo más importante del mundo. No sólo es una competencia que se realiza cada cuatro años, sino que también viene con toda su tradición detrás. Uno de los momentos más destacados es el encendido de la antorcha olímpica, un hecho histórico que comenzó en Ámsterdam 1928 y se sigue manteniendo en la actualidad. En detalle, qué pasa si la antorcha se apaga antes o durante la cita olímpica.

La antorcha olímpica se enciende en Grecia, más precisamente en la ciudad de Olimpia (el lugar donde nacieron los Juegos Olímpicos en la Antigüedad) meses antes del inicio de la competencia. Allí, la antorcha se enciende mediante los rayos del sol con el objetivo de «mantener su pureza». No es un simple fuego, por lo que si se apaga no es tan simple como prenderlo con un encendedor.

Una vez encendida, son aproximadamente diez las personas encargadas de que el fuego flamee durante las 24 horas del día. Para ello, existe un sistema que utiliza propano, un gas que la va alimentando poco a poco el fuego y que evita que se extinga.

Esto también permite que se mantenga encendida durante largos recorridos, como puede ser durante la carrera de relevos que la traslada de un lugar a otro hasta el día de la inauguración.

A pesar de no estar encendida como una antorcha común, puede pasar que se apague accidentalmente antes o durante los Juegos Olímpicos. Ante estos casos, son varias las personas de la organización que viajan con copias de la llama que se mantienen como una alternativa ante cualquier emergencia.

Es decir, que la antorcha puede apagarse, pero el personal oficial está listo para volver a encenderla inmediatamente. En el caso de que todas las llamas de reserva fallen, el protocolo olímpico ordena traer una nueva llama desde Olimpia, ya que no está permitido utilizar otra fuente.

La antorcha olímpica se apagó un par de veces en la historia de los Juegos Olímpicos. La primera fue en Montreal 1976 cuando una fuerte tormenta extinguió la llama en la ceremonia de apertura. Allí, se apagó por unos momentos y un funcionario la volvió a encender.

Algo similar ocurrió en Atenas 2004 cuando el presidente del Comité Olímpico Griego, Lambis Nicolau, le entregó la antorcha a la presidenta del Comité de Organización, Gianna Angelopulos Daskalaki. En ese preciso momento, la llama se apagó por unos segundos como consecuencia del viento, hasta que intervino una actriz que representaba el papel de sacerdotisa. Si bien también duró apenas unos segundos, es recordado por lo inusual del caso.

La antorcha olímpica se prendió por primera vez en Grecia en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 por idea de Carl Diem, entonces secretario general del Comité Organizador de los Juegos de la XI Olimpiada. Sin embargo, para los Juegos de Ámsterdam 1928 se incluyó en su Estadio Olímpico un pebetero que le rendiría tributo a la antigua Grecia.

El arquitecto Jan Wils fue el encargado de fabricar el inmueble que tendría el pebetero para almacenar la llama.

¿Qué representa el encendido de la llama olímpica? Esta ceremonia se creó en homenaje a la historia por la que Prometeo fue condenado por los Dioses por robarle su fuego y entregárselo a los hombres. De esta forma, se buscaba rendir tributo al país de origen de los Juegos Olímpicos, Grecia.