El día después del escándalo en Saint-Éttiene encontró a la delegación argentina en estado de alerta y con ganas de revertir la situación cuanto antes. «Están pasando muchas cosas raras, pero no nos queda otra que dar vuelta la página. Todo esto nos tiene que servir para despegar», le dijo a Clarín un integrante del staff. «A los jugadores los noto con muchas ganas de demostrar lo que son», siguió.

La noticia del día fue el reclamo que hizo la AFA al Comité de Disciplina de la FIFA. La nota salió con la firma del presidente Claudio Tapia y se hizo en tiempo y forma: antes de las 2 horas de finalizado el partido contra Marruecos.

«La Asociación del Fútbol Argentino informa que, debido a los hechos de público conocimiento acontecidos en el día de hoy en el partido entre nuestra Selección Sub 23 y su similar de Marruecos, fue elevado un reclamo de carácter formal a la Comisión Disciplinaria de la FIFA a fin de que se tomen las medidas reglamentarias necesarias para un hecho de tamaña gravedad. Es imperioso garantizar la seguridad de los protagonistas para el desarrollo pacífico de este hermoso deporte que es el fútbol y desde la Casa Madre del Fútbol Argentino, haremos lo necesario para que esto suceda», fue el comunicado.

Y no está sola la AFA en su cruzada contra la FIFA: recibieron el apoyo del Comité Olímpico Argentino, una cuestión no menor. «Ante los lamentables hechos ocurridos durante y después del partido de fútbol entre Argentina y Marruecos, el Comité Olímpico Argentino se solidariza con nuestros atletas y adhiere a la presentación que la Asociación del Fútbol Argentino hiciera ante la FIFA», publicaron en redes sociales.

«¿Puede prosperar la protesta?», consultó este diario en el hotel de concentración de Lyon. «Es difícil por el tema de tiempos. Ya en pocas horas tenemos que jugar nuevamente», reconocieron.

Igual, el malestar persiste en los argentinos y no solo por lo que pasó en la cancha. También por eso no se dudó en elevar la queja a la FIFA, coordinadora del torneo olímpico. En el seno de la delegación están sorprendidos por una serie de hechos. El más llamativo fue el escándalo sucedido en el estadio Geoffroy-Guichard. «Era un partido de nivel de un Mundial, con jugadores campeones del mundo. No tiene ninguna lógica la poca seguridad que hubo. ¿Qué hubiese pasado si agredían a alguno de los futbolistas?«, se preguntan.

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Antes del encuentro, los hinchas del Seleccionado africano ingresaron al campo en reiteradas ocasiones. El registro desde la tribuna.

Lo otro que generó bronca fue el robo a Thiago Almada. Por qué se llevaron solo las cosas del ex volante de Vélez es algo que aún no se puede descifrar. Tal vez haya sido un mensaje. Otra cuestión que no termina de comprenderse es el permanente cambio de predios para entrenar. Ocurre que el Comité Olímpico Internacional pretende que todas las delegaciones pasen por todos los predios y así día a día se modifica el sitio de entrenamiento.

De todos modos, los dirigentes argentinos aseguran que el reclamo no va a interferir en la buena relación que se mantiene con la FIFA. Desde la entidad que preside Gianni Infantino argumentan que todo lo ocurrido en Saint-Éttiene fue excepcional y que no hay protocolos específicos para situación así. Sí, sostienen que el partido nunca estuvo suspendido. Uno de los señalamientos de los argentinos es que en la página oficial de la FIFA se dio por finalizado el juego con el resultado 2-2. «En todo caso, habrá sido un error humano», se defendieron.

La sensación aquí en Francia es que nada pasará y que el show seguirá. Por eso lo primordial es ganarle a Irak en la segunda fecha para que la confianza vuelva a hacerse presente. «Por ahí se repite la historia de Qatar, donde perdimos el primer partido contra Arabia Saudita», se esperanzan en la delegación.





Fuente Clarin

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