Tornillos de largo tamaño, hélices de metal y clavos miguelito aparecieron en las vísperas de los Juegos de París 2024 para boicotear las vías olímpicas en las rutas y calles, especialmente dedicadas a funcionarios, atletas, jefes de estado invitados y periodistas acreditados. Se infiltran en los neumáticos y los rompen.
Desde mediados de julio, unos 185 kilómetros de carriles olímpicos están cerrados a los vehículos no acreditados en las autopistas (A1, A4, A6, A13, etc.) o en el Periférico, la circunvalación que rodea a Paris. Sólo podrán utilizarlos las fuerzas policiales, los taxis y la familia olímpica. Deben permitir que los atletas, como prometió París 2024, lleguen a un lugar de prueba en menos de 30 minutos.
La implementación de las vías olímpicas molesta a muchos automovilistas, cuyo tiempo de viaje se duplica o incluso triplica: “Además de tener menos colas, se producen muchos accidentes. Lo que reduce aún más el número de carriles de circulación. Y a menudo es parálisis”, suspira Boris, que viene de Auvers-sur-Oise y se desplaza al distrito 13 de París.
Los taxistas que regresan desde los aeropuertos parisinos son quienes más los padecen y los que realmente descubrieron el fenómeno en los últimos días. El tema es lo suficientemente serio como para ser abordado por el Centro Olímpico de Inteligencia.
Los taxistas, las grandes víctimas
Algunas acciones anti vías olímpicas se anuncian en las redes sociales. Aparecen varias fotografías mostrando uñas con pinches o largos tornillos. Mohamed, un taxista sufrió un pinchazo el 17 de julio hacia las 18 horas, cuando regresaba sin pasajeros del aeropuerto de Roissy-Charles-de-Gaulle (Val-d’Oise), por un carril reservado de la autopista A1. «Puede ocurrir un pinchazo. Generalmente quedan pequeños tornillos , después de una obra mal limpiada. Pero este no era un tornillo pequeño en absoluto. Era enorme» relató.
Tras sentir que su rueda ya no giraba suavemente, el taxista se detuvo en una estación de servicio para volver a inflar su neumático y continuó su camino. Cuando llegó a casa, hizo la reparación él solo. “Fue una locura. Necesité una llave para quitarlo, girándolo, de mi neumático. Nunca había visto algo así. Hablando de ello en un grupo de WhatsApp de taxistas descubrí que no era el único al que se le había pinchado una rueda en las vías olímpicas. Es muy peligroso” contó.
Uno de sus compañeros explica que pasó por encima de una hélice en el Periférico, la carretera de circunvalación que lleva a muchos sitios olímpicos: “No sé exactamente dónde. Pero me asusté. Pensé que se me había reventado el neumático».
Un ciclista que se ha acostumbrado desde el 15 de julio, fecha de instalación de los 185 kilómetros de recorridos olímpicos, a recorrerlos y desbordarse un poco – lo que le supone una multa de 135 euros – confiesa también: “Tengo dos clavos en la rueda delantera ».
Quiénes están detrás del sabotaje
Los taxistas atribuyeron esta clase de sabotaje a los vehículos como Uber o VTC, que no pueden circular por esas carreteras privilegiadas. Se basan en mensajes cifrados de redes que anuncian “una operación contra rutas prioritarias durante la noches del 25 al 26 de julio”.
Son mensajes que las fuerzas del orden también vieron circular. Pero, por ahora, la Inteligencia Olímpica atribuye estas operaciones principalmente a los militantes antiolímpicos que planearon todo un programa para oponerse al evento.
Un policía que trabaja en el Periférico confiesa que “hay gente que crea grupos de WhatsApp para organizarse tirando clavos en las vías de Juegos Olímpicos». En sus cercanías está el Stade de France en Saint Denis y el Parc de Princes del Paris Saint Germain, dos sedes olímpicas.
El comité organizador de los Juegos Olímpicos, que también tiene coches oficiales circulando por estas vías, respondió que “ningún vehículo de la organización resultó impactado”.
Las vías olímpicas seguirán hasta el final
“Los carriles olímpicos estarán activados las 24 horas del día mientras duren los Juegos Olímpicos y Paralímpicos”, responde simplemente la jefatura de la Policía de París.
No se espera que las condiciones del tráfico mejoren inmediatamente. Un centenar de jefes de Estado fueron invitados el jueves por la tarde al Elíseo para una cena de Estado en el Louvre. Los ejes pueden cerrarse inesperadamente, cuando pasan las convoys oficiales, como durante la llegada de Joe Biden en pasado junio.
El viernes 26 de julio un perímetro muy amplio será acordonado en la capital, con motivo de los festejos de inauguración de los Juegos Olímpicos. Algunos de los conductores de VTC lanzaron una convocatoria de manifestaciones, a primera hora de la mañana, entre la Porte de Vincennes y la Torre Eiffel.