el contraste entre ser favoritos a una medalla y la necesidad de su mejor versión

Se acabó la espera. Los Pumas 7’s ponen en marcha la ilusión del oro olímpico, que podría ponerle el broche dorado a una temporada inolvidable para el equipo dirigido por Santiago Gómez Cora. Tras conseguir un histórico primer lugar en la fase regular de la World Series, en la que solo le faltó la frutilla del postre (perdieron el duelo decisivo en la Gran Final de Madrid ante Francia), el seleccionado argentino de rugby seven debutará este miércoles en París 2024, con una doble presentación.

El primer compromiso será a las 16:00 de la capital francesa (11:00 de Argentina) ante Kenia. Y el segundo, a las 19:30 frente a Samoa. Ambos partidos se jugarán en el Stade de France y serán válidos por el Grupo B, que también integra Australia, ante el que cerrarán la primera fase el jueves.

El objetivo final está claro: volver a su subirse al podio, como lo hicieron al colgarse el bronce en Tokio, pero está vez al escalón más alto. Aunque, con la misma mentalidad de siempre, el foco no estará puesto en el resultado final, si no en mostrar la mejor versión posible dentro de la cancha. Y en disfrutar, como reconoció en charla con Clarín el capitán, Santiago Álvarez Fourcade.

«Estamos con muchas ganas de arrancar. Ansiosos. Después de cuatro años esperando este momento, ya estamos acá. Tranquilos, con mucha confianza y con ganas de disfrutarlo, ya que al fin y al cabo es un Juego Olímpico», comentó quien será uno de los tres integrantes del equipo en disputar su tercer Juego, junto a Gastón Revol y Germán Schulz.

Los argentinos son los grandes favoritos del torneo, por el enorme trabajo que mostraron en la temporada del circuito mundial, en el que ganaron tres de las siete fechas y terminaron segundos en otra. Y porque desde hace un tiempo se transformaron en un equipo fuerte de rugby y de cabeza, con identidad propia. Pero igual, no se confían.

«Después del torneo de Madrid, que fue muy bueno para nosotros, pero en el que no pudimos mostrar nuestro juego en la final, teníamos mucho por corregir. Los trece días que pasamos en Portugal nos sirvieron para hacerlo y ya instalados acá tuvimos tres entrenamientos que salieron bien. Ahora estamos tratando de llenarnos de confianza y de saber que lo que estuvimos haciendo en la temporada, nuestro sistema de juego, es lo que nos funciona. Así eso es lo que tenemos que hacer dentro de la cancha», agregó el wing.

Álvarez Fourcade destacó además que el equipo supo sobreponerse al golpe que significó la suspensión de Rodrigo Isgró, expulsado por un tackle peligroso sobre Paulin Riva en aquel duelo ante el equipo galo en Madrid. Esa acción le valió una suspensión de diez partidos, reducida luego a cinco, por lo que se perderá toda la etapa de grupos en París.

«No está Rodri, pero volvió Marcos (Moneta, que había sufrido una fractura en el peroné de la pierna derecha en abril). Compensamos», comentó en tono de broma. «Hablando en serio, ni bien pasó lo de Rodri nos chocó, pero creo que estamos un poco acostumbrados, no a rojas, pero sí a que el rugby es un deporte de contacto, hay muchas lesiones y pasan muchas cosas. Hoy Ger (Schulz) parece que se nos esguinzó y no sabemos si va a poder estar mañana (NdR: Se iba a someter a estudios en el cierre de la jornada). Es todo el tiempo así. Es difícil, pero tratamos de gestionar esas emociones de manera positiva y llenarnos de confianza. Pensar siempre en lo que viene».