Los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina y ya comienzan a ultimarse los detalles finales para el viernes 26, el día de la ceremonia de apertura, que contará con la particularidad de realizarse por primera vez fuera de un estadio. Y, a pesar de la cautela de los organizadores, poco a poco comienza a develarse cómo será el espectáculo.
En lugar de utilizar el estadio principal de atletismo para el desfile inaugural, como es habitual, los organizadores trasladaron el acto al exterior y al corazón de la capital en consonancia con su lema «Juegos bien abiertos«.
Siguiendo con la premisa, entre 6.000 y 7.000 atletas navegarán divididos en 85 barcazas y barcos por un tramo de seis kilómetros del río Sena, desde el puente de Austerlitz, en el este, hasta la Torre Eiffel.
Debido al contexto outdoor, hasta unas 500.000 personas podrán presenciar el acontecimiento. Algunos lo harán desde las tribunas especialmente construidas para la ocasión, con entradas con un valor máximo de 2.700 euros (2.900 dólares), pero otros también lo podrán seguir en forma gratuita desde las orillas del río o desde los balcones y apartamentos que tengan vista hacia la ceremonia.
«Organizar una ceremonia en el Sena no es más fácil que hacerlo en un estadio… pero tiene más pegada», declaró a principios de mes el jefe de organización, Tony Estanguet. Igualmente, destacan que debido al tamaño y la complejidad del desfile, nunca se logró ensayarlo en su totalidad.
El show fue diseñado por el prodigioso director de teatro francés Thomas Jolly, de 42 años, conocido por el exitoso musical de ópera-rock Starmania. Jolly reunió a un equipo creativo que incluye a Fanny Herrero, guionista de la serie de televisión francesa «Call My Agent!», así como a la autora de best-sellers Leila Slimani y al célebre historiador Patrick Boucheron.
El espectáculo se divide en doce secciones diferentes, con unos 3.000 bailarines, cantantes y animadores situados en ambas orillas del río y puentes y monumentos cercanos. Está garantizado un homenaje a la catedral de Notre-Dame, en reconstrucción tras sufrir un incendio en 2019 y situada en los márgenes del Sena, posiblemente con bailarines sobre sus andamios.
Está planificado que la ceremonia inicie a las 19.30 de Francia (15.30 de Argentina) para que dos tercios del evento se desarrollaren a la luz del día. Luego, al atardecer, Jolly espera una de las impresionantes puestas de sol veraniegas de París para terminar con un espectáculo de luces.
La música será una mezcla de clásica, tradicional chanson française, así como rap y electro. La estrella franco-maliense del R&B Aya Nakamura probablemente actúe a pesar de las críticas de políticos de extrema derecha, desde donde sugirieron que su actuación «humillaría» a Francia.
El reconocido dúo francés de música electrónica Daft Punk confirmó que rechazó una invitación para actuar, mientras que el DJ francés David Guetta fue descartado.
Cuando se le pidió que resumiera el mensaje de la ceremonia, la semana pasada, Jolly dijo que era «amor». Afirmó que su obra sería una celebración de la diversidad cultural, lingüística, religiosa y sexual en Francia y en todo el mundo.
«Creo que las personas que queremos vivir juntas en esta diversidad, en esta alteridad, somos mucho más numerosas, pero hacemos menos ruido», declaró a la agencia AFP.
Es de suponer que no se parecerá en nada a la ceremonia inaugural de la Copa Mundial de Rugby celebrada en Francia el año pasado, que fue muy criticada por su estilo retro y que incluyó una sucesión de clichés franceses, como baguettes, boinas y la torre Eiffel.
El equipo de Jolly tampoco quiere exagerar la contribución histórica de Francia al desarrollo de la democracia y al concepto de los derechos humanos universales, gracias a sus filósofos de la Ilustración y la Revolución de 1789. «Queremos evitar nuestra tendencia natural a dar lecciones a la gente», declaró recientemente Herrero al diario Le Monde.
Dentro de diversas teorías y rumores que surgen entre tantas dudas que aún existen acerca de la ceremonia, Jolly insinuó que hasta un sumergible o submarino podría emerger de las aguas del Sena en algún momento. «Tienes el cielo, tienes puentes, tienes agua, tienes orillas, tienes mucho espacio para hacer poesía», le comentó a la prensa la semana pasada. «Así que, ¿por qué no también bajo el río?«, agregó.
En consecuencia de su magnitud, desde que fue presentada en 2021, la ceremonia mantiene en estado de alerta a la policía francesa debido a cierta dificultad que se les puede presentar para asegurar a tanta gente en una zona urbana tan concurrida. Por eso es que se estima que un total de 45.000 fuerzas de seguridad estarán de servicio.