Sufriendo y sin brillar. Pero jugando con autoridad. Argentina es campeón de la Copa América. Más exacto: bicampeón. Fue 1-0 ante Colombia con gol en el segundo tiempo suplementario de Lautaro Martínez, el que tuvo la revancha de Qatar. Con Messi afuera con el tobillo hecho una pelota, con Di María regalando hasta su última gota de sudor, con Emiliano Martínez dueño del arco, con los centrales sacado todo y más, con los suplentes entrando a fondo. La Scaloneta sigue escribiendo la historia y festejando.

Colombia llegó a la final como el equipo que mejor jugó en la Copa América y la sensación en la previa era que no se iba a amedrentar al enfrentar a la Scaloneta. Y fue así: los dirigidos por el argentino Néstor Lorenzo se plantaron para jugar de igual a igual. El antiguo ayudante de José Pekerman optó por repetir la fórmula con la que había jugado ante Brasil, dejando de lado el esquema con el que eliminó a Uruguay. Así, los cafeteros se plantaron con un 4-3-1-2, con James Rodríguez de enganche y con dos atacantes (Luis Díaz y John Córdoba) que no le dieron referencia a Cristian Romero y a Lisandro Martínez. Tal vez esa disposición sorprendió a Lionel Scaloni y Argentina sufrió en los primeros minutos por las trepadas del lateral Santiago Arias. Hasta ahí no llegaban las coberturas de Alexis Mac Allister y de Julián Álvarez. A los 6 minutos Córdoba estrelló un derechazo en el palo, más allá de que el árbitro sancionó posición adelantada.

Argentina comenzó con un 4-3-3 que en defensa se parecía más a un 4-4-2, con Di María por derecha y Mac Allister por izquierda. Rápido entendió Scaloni dónde estaba el déficit y Fideo cambió de banda para que Rodrigo De Paul se corra a la derecha. Con Enzo Fernández y Alexis en el eje, la Selección creció porque empezó a manejar mejor la pelota y pudo sortear la primera presión colombiana. Julián contó con una al comienzo del juego y sobre el final Messi también recibió de Di María en el punto del penal, aunque su definición se chocó con Julián Álvarez.

Pesó el calor, claro. Por eso la presión de Colombia no fue constante. Igual, los dirigidos por Lorenzo provocaron que Emiliano Martínez en más de una oportunidad opte por salir con un pelotazo. Todo un síntoma de incomodidad.

Es verdad que no sufrió demasiado Argentina en la etapa inicial. Las situaciones colombianas fueron aquel remate en el palo de Córdoba y un par de disparos lejanos que Dibu controló sin problemas.

¿Messi? No estuvo tan participativo y es posible que la temperatura lo haya afectado más que a nadie. Encima, a poco del final del primer tiempo se dobló el tobillo derecho y preocupó a todos.

Messi se lesionó el tobillo y no pudo seguir.
Foto: REUTERSMessi se lesionó el tobillo y no pudo seguir.
Foto: REUTERS

El complemento fue más nervioso que bien jugado. Messi se resintió del tobillo (¿también algo muscular?) y pidió el cambio. No fue una buena copa para Leo. Entró Nicolás González y aportó una energía extra. Festejó el ex Argentinos, pero Tagliafico estaba adelantado en el inicio de la acción. Después tuvo un cabezazo que se fue por poco. Colombia casi no inquietó y el duelo se fue a suplementario.

Los 30 minutos adicionales se jugaron con el corazón. Fue mejor Argentina porque Colombia no pesó. Entraron bien Lautaro Martínez, Paredes y Lo Celso. Entre ellos tres se inventaron el gol tras una recuperación de Paredes, una habilitación de Lo Celso y una definición de goleador serial de Lautaro.

Argentina es campeón porque es un equipo de época, serio, potente. Y porque tiene a Messi, a Di María, a Scaloni, a Lautaro, a Dibu y las firmas siguen y siguen.



Fuente Clarin

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