El vestuario de Canadá es puro júbilo después de la victoria contra Venezuela. La clasificación para las semifinales de su primera participación en una Copa América significó la mayor gesta deportiva de esta selección, sacando su participación en el Mundial de Qatar 2022, donde no pudo pasar la fase de grupo. Nadie quería perderse ese momento, ni siquiera Sidney Crosby, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos de hockey sobre hielo, abrazando a los futbolistas como si fuera uno más.

Contrariamente a la lógica de la óptica deportiva argentina, son los jugadores de la Selección de fútbol los que le piden fotos a Sid the Kid, considerado uno de más laureados de este deporte sobre hielo -doble medallista dorado olímpico- y actual capitán de los Pittsburgh Penguins -equipo de la NHL-.

Jacob Shaffelburg, el Messi de las Marítimas, sonrió como un niño. “Fue increíble. Pude ver a una leyenda de Nueva Escocia (NdR: ciudad donde también nació él). Fue una de las cosas más increíbles que he vivido. Conocerlo finalmente fue increíble”, reconoció el autor del tanto ante Venezuela y de la asistencia en el otro convertido por su seleccionado, obra de Jonathan David.

“Fue fantástico conocer a Kid en una noche histórica”, escribió el propio David, uniendo estos hilos.

Fue muy significativo ver a Crosby en un momento en el que el fútbol (o soccer, como se le dice por estos lares) dominó la escena de los medios y la opinión pública. Hace exactamente un año, el 9 de julio de 2023, Canadá perdió contra Estados Unidos en la Copa de Oro, dejando atrás una curva ascendente. Fue el último partido como DT de John Herdman.

Ahora, el equipo de la hoja de arce se encuentra en un lugar que ni siquiera un optimista acérrimo como el flamante entrenador Jesse Marsch -quien asumió hace 55 días- podría haber imaginado. Pero estos resultados esconden otros puntos importantes en el desarrollo de un deporte en un territorio donde la popularidad viaja por decantación hacia el hockey sobre hielo, el básquet y el béisbol.

Alphonso Davies se abraza con Jesse Marsch. Foto: AP / Richard RodriguezAlphonso Davies se abraza con Jesse Marsch. Foto: AP / Richard Rodriguez

Canadá tiene su propia Premier League. Ideada en 2017 y lanzada dos años después, la diferencia sustancial con otras que llevan el mismo nombre en otras partes del mundo es que solo la integran ocho clubes, actualmente se disputa de junio a diciembre y se juegan a cuatro rondas de partidos.

Después de las 28 fechas, los primeros cuatro van a los Playoffs por el título, que ganó el Forge FC en cuatro oportunidades, una hegemonía solo frenada por Pacific FC en 2021.

La MLS como punto de inflexión

Este ascenso meteórico en el escenario internacional es un marcado contraste con las luchas pasadas del fútbol canadiense. El gran avance comenzó con su clasificación al Mundial de Qatar, el segundo de su historia. Un catalizador importante para esta transformación ha sido la expansión de la MLS en Canadá, iniciando con el debut de Toronto en 2007, seguido de Vancouver en 2011 y Montreal en 2012.

Cuando la MLS se expandió a Canadá, el comisionado, Don Garber, declaró que uno de los objetivos de la liga era ayudar a la selección nacional canadiense. «Cuando llegamos nos pusimos el objetivo de ayudar a Canadá a clasificarse para la Copa del Mundo», señaló Garber. «Pero el objetivo era ayudar a construir el deporte en todo el país, y gracias a nuestros tres clubes y a Canada Soccer, estamos viendo los beneficios», completó.

Este pasó profesionalizó todo el sistema de fútbol, lo que llevó al establecimiento de academias juveniles de clubes de MLS y otras academias juveniles de élite en todo Canadá. «El catalizador de todo eso fue la llegada de MLS a la ciudad», señaló un experto, que agregó: «Realmente lanzó el deporte a la imaginación de los aficionados de los deportes canadienses, lo que a su vez lleva a que se invierta más dinero en él».

La actual selección canadiense cuenta con una alineación de jugadores talentosos, 14 de los cuales juegan en MLS y otros tantos tienen raíces en la liga. Maxime Crépeau, el arquero de Portland Timbers, fue la figura en la definición por penales contra Venezuela, desviando dos, a lo Emiliano ‘Dibu’ Martínez.

Alphonso Davies, ahora lateral estrella de Bayern Múnich, inició su carrera en el sistema juvenil de los Vancouver Whitecaps, progresando desde la academia del club hasta el primer equipo antes de dar el salto a Europa.

El marcador central de Colorado Rapids Moïse Bombito es una estrella en ascenso a los 24 años, y el extremo de Nashville SC, Shaffelburg, que ya supo convertir contra el Inter Miami de Leo Messi, son jugadores clave que lideran esta nueva era del fútbol canadiense.

La influencia de MLS se extiende más allá del desarrollo de jugadores. El 13 de mayo de 2024, Canadá contrató a Jesse Marsch, ex jugador de MLS y ex director técnico de dos clubes de MLS, como director técnico de la selección nacional. Este nombramiento fue posible gracias a importantes contribuciones financieras de los propietarios de los tres clubes canadienses de MLS.

Mientras Canadá se prepara para enfrentar a Argentina este martes, el fútbol se ha convertido en una parte importante del panorama deportivo de la nación. Una victoria no solo los impulsaría a la final de uno de los torneos internacionales de fútbol más prestigiosos, sino que también serviría como testimonio del impacto transformador de la MLS. La trayectoria de la Selección de Canadá es un brillante ejemplo de cómo las inversiones estratégicas y la profesionalización pueden elevar la presencia de una nación en el escenario mundial.



Fuente Clarin

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