Inglaterra se jugará este miércoles el pase a la final de la Eurocopa 2024 contra Países Bajos, y a pesar toda la atención que puede desviar de Wimbledon, no es el fútbol lo que más le preocupa a Sally Bolton, presidenta del All England Club, el hogar del tercer Grand Slam de la temporada. «Lo que más me preocupa es que siga lloviendo», admitió este lunes, después de una semana en la que el mal clima afectó con frecuencia la programación del torneo.

El momento más crítico fue el viernes pasado cuando se cancelaron 40 partidos en las canchas descubiertas, además de tener que mover otros a los courts principales -y techados-, para aligerar la programación. Aunque eso también tiene su contra, ya que se hizo a costa de maltratar aún más el césped de estas canchas, que ya sufre suficiente con el tenis que se juega de forma ininterrumpida durante dos semanas.

Wimbledon, como está definido en sus normas, es un torneo outdoor, es decir, que se juega al aire libre, pero muchos de los partidos importantes se tuvieron que jugar con el techo cerrado. Es decir, en condiciones indoor. En el caso del español Carlos Alcaraz, defensor del título, tuvo que jugar tres de sus cuatro partidos sin chances de mirar el cielo.

«El gran reto es la variabilidad del tiempo. Porque el parte puede decir que en dos días va a hacer buen tiempo y después cambia», comentó Bolton, que les agradeció a los trabajadores del club su esfuerzo durante los últimos días.

La lluvia no para de afectar la programación de Wimbledon. Foto de EFELa lluvia no para de afectar la programación de Wimbledon. Foto de EFE

Y es que Wimbledon se convirtió en una especie de ruleta rusa en la que es imposible predecir si se va a poder completar una jornada o no. Hubo casos extremos, como el del estadounidense Tommy Paul antes de su partido este domingo contra Roberto Bautista, un duelo que tendría que haber empezado alrededor de las 12:15 y no lo hizo hasta las 18.

«Llegué a las 9:15 de la mañana y empezó a llover cuando estaba a nada de salir a calentar. Esperé como durante una hora y media y pude calentar unos diez minutos, hasta que me tuve que ir al vestuario, donde tienen una especie de juego de golf y estuvimos ahí haciendo competiciones durante tres horas», contó Paul.

De las incontables veces que los ball boys tuvieron que cubrir las canchas para evitar los anegamientos, en una de ellas hasta Novak Djokovic se puso a ayudar, y la imagen del serbio corriendo las lonas para poder entrenarse no tardó en viralizarse.

Jannik Sinner, para preparar su partido de octavos de final contra Ben Shelton, optó por entrenarse en una de las pistas de cemento contiguas al torneo y que cuentan con techo. Esta es la opción de emergencia de Wimbledon en caso de que la lluvia continúe y no permita jugar.

Fuera del club, cruzando la carretera, hay varias pistas techadas que se pueden usar en caso de emergencia.

Se está considerando jugar en canchas de cemento techadas si la lluvia no cesa. Foto de ReuterSe está considerando jugar en canchas de cemento techadas si la lluvia no cesa. Foto de Reuter

«Ahora tenemos un día extra, creemos que se puede conseguir jugar todos los partidos sin problema», aseguró Bolton. «Tener dos techos nos ayuda mucho, obviamente, tener un día extra y que el dobles mixto se juegue a dos sets y un súper tie break en el tercero también nos ayuda. Jugar bajo techo en las canchas indoor sería una posibilidad, pero la última de todas».

Aunque haga un poco de ruido, jugar partidos en una superficie diferente al césped no es algo ajeno a los torneos del Reino Unido. Pasó este año, sin irse muy lejos, en los torneos de Birmingham e Ilkley. En el primero, Emma Raducanu y Katie Boulter tuvieron que jugar su semifinal en pista rápida, mientras que en el segundo, el español Alejandro Moro tuvo que hacerlo en cemento.

Nunca un Grand Slam se tuvo que suspenderse por las condiciones climáticas, aunque sí hubo casos de tenistas jugando varios partidos el mismo día. Sin embargo, en el circuito ATP existe el precedente de una final que quedó sin jugarse y que nunca tendrá campeón.

Fue la que disputaron en Montecarlo 1981 Guillermo Vilas y Jimmy Connors y que tuvo que ser reprogramada primero del domingo al lunes y más tarde suspendida para siempre por la lluvia. Se propusieron dos alternativas: jugarla el martes o al término de Roland Garros, pero finalmente quedó en el olvido.

El viernes se cancelaron cuartenta partidos por mal clima. Foto de AFPEl viernes se cancelaron cuartenta partidos por mal clima. Foto de AFP



Fuente Clarin

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