La Selección Argentina viaja este lunes a Houston, sede del partido de cuartos de final de la Copa América frente a Ecuador, con el mismo interrogante de los últimos cinco días: ¿cómo está Lionel Messi?.
El capitán vio la victoria frente a Perú confinado en el banco de suplentes por la fuerte contractura en el aductor derecho que sufrió el martes contra Chile, ni siquiera se puso botines o el pantalón de juego de la indumentaria de la Selección, aunque dio señales positivas cada jornada.
Primero porque los estudios no confirmaron una lesión y eso generó tranquilidad en el cuerpo médico. Después por el trabajo kinesiológico intenso para poder “romper” y drenar esa contractura. Y, por último, porque en el laberinto de la zona mixta del estadio Hard Rock de Miami confirmó en una breve respuesta sobre cómo estaba que se encontraba “bien”.
El plantel volvió a la concentración en la noche del domingo, después de disfrutar de un día completo con sus familias, aunque algunos eligieron seguir pasando ese tiempo con sus compañeros de la Scaloneta.
Este lunes, según informó la AFA, habrá un entrenamiento en Miami a partir de las 10:00, a puertas cerradas. Después del almuerzo partirá la delegación albiceleste rumbo a Houston, su cuarta escala en la defensa del título.
Es muy apresurado referirse a un probable equipo, pero es un hecho que el once será mucho más parecido al de Chile que al de Perú.
La evaluación de los recuperación de los jugadores y el análisis del cuerpo técnico sobre el rival serán claves. Hay un antecedente bien cercano y es el amistoso de la gira previa, en Chicago, donde la Albiceleste se impuso 1-0 con tanto de Angel Di María, asistido por Cristian Cuti Romero.
Será el enfrentamiento número 41 de un historial que domina la Selección Argentina con 26 triunfos, contra 5 de los ecuatorianos y 11 empates. Por Copa América, en tanto, la estadística marca 11 victorias para la Albiceleste y cinco empates, en 16 enfrentamientos.