Dice un viejo refrán, muy usado en el deporte, que lo más difícil no es llegar, sino mantenerse (Alfred De Musset). Lo sabía Lionel Scaloni cuando lanzó esa bomba en forma de declaraciones en el estadio Maracaná tras el histórico triunfo ante Brasil y también los jugadores desde aquella primera convocatoria después de los festejos por el título en el Mundial de Qatar 2022. Pero si hay algo que ha demostrado y reforzado en esta Copa América es su voracidad competitiva. De hecho, la Selección Argentina fue la primera clasificada a cuartos de final gracias al 1-0 sobre Chile, el martes en Nueva Jersey.

Y si hay un exponente de esa bandera es Damián Emiliano Martínez. El Dibu, ya lo hemos dicho pero vale el loop, es el amo del arco albiceleste. Pero es mucho más que un referente, no solo para la hinchada albiceleste, sino también para sus propios compañeros.

Transmitir seguridad es, también, un arte. En el mundillo del fútbol se suele calificar a un grupo de arqueros como «de equipo grande». Es un término ochentoso/noventoso que agrupaba a esos que, en las dos o tres veces que le llegaban, evitaba que le convirtieran. Tenía que responder para no quedar en el ojo de la tormenta y que empezara el murmullo de que no estaba a la altura.

Salvando las distancias, eso le pasó al Dibu. Desde aquel debut ante Chile -justamente- un 4 de junio de 2021, por las Eliminatorias Sudamericanas muchos estaban esperando su tropiezo, que no llegó. Incluso fue creciendo junto al equipo, hasta convertirse en campeón del mundo.

Y la defensa del título en la Copa América renueva la ilusión. «La verdad que estoy contento, orgulloso. Vamos por más. Este es el camino», remarcó en zona mixta, ante el micrófono de Clarín.

«Es muy difícil hacer lo que estamos logrando. Vamos con la Selección partido a partido. Después de ganar la Copa América y la Copa del Mundo, nosotros nos seguimos poniendo objetivos y la verdad vamos por más», agregó.

Hubo dos momentos ‘Dibu’ contra Chile. Sus atajadas y su festejo. Con el partido 0-0, Rodrigo Echeverría metió dos bombazos de media distancia que, a puro reflejo, se toparon con la humanidad del marplatense, apoyado en Estados Unidos por su papá y su hermano, al igual que en Qatar. Su mujer y sus hijos se quedaron en Birmingham, porque Santi cumplió seis años el domingo pasado y lo festejó con sus amigos.

Y, ante Clarín, reveló un detalle que destaca la importancia de un entrenador de arqueros con la experiencia de Martín Tocalli en la Selección Argentina. «En el último entrenamiento trabajamos con Martín y los arqueros muchos tiros de afuera, del borde del área, con muchos muñecos y gente adelante para ver la pelota tarde. Sabíamos que iban a llegar claro, que iban a rematar desde afuera del área y lo trabajamos bien», remarcó el hombre que llegó a 30 vallas invictas en 41 partidos con la Scaloneta.

Después llegó el gol de Lautaro Martínez sobre la hora y un alocado festejo, que lo puso cara a cara con el grupo más caracterizado de hinchas de Chile, que se ubicó detrás de su arco. «Teníamos a toda la gente arriba. Fue un desahogo del gol, que no quería entrar. La verdad, estoy muy orgulloso», aclaró.

La competencia interna hace que el nivel futbolístico se eleve, con una clara mejoría desde Canadá a Chile, sobre todo en la distribución de la posesión de la pelota y evitar los contragolpes, más allá de esas dos jugadas antes mencionadas, en los últimos 15 minutos.

«Vamos paso a paso. Vamos creciendo. Para Tagliafico era su primer partido. Para Enzo Fernández era su primer partido titular. Lautaro Martínez entra y la mete. Todos están tocando la puerta para jugar», analizó.

Hubo algo en el debe y fue la efectividad. Porque el tanto del ‘Toro’ bahiense llegó en el remate número 18 de la noche en East Rutherford. «Una vez que se abra un poquito más el arco vamos a ir a la bomba», anticipó.

Por último, habló sobre una constante que está sufriendo la Selección Argentina en el camino previo y en sus dos primeras presentaciones en la Copa América. «Se nos ponen todos atrás, nos pegan, los árbitros a veces no nos cobran mucho. Pero, al final, teniendo a los jugadores con tanta calidad, 90 minutos no pueden correr», cerró.





Fuente Clarin

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