Si una virtud tiene el ser humano es la constante capacidad de superación personal. Plantearse un objetivo, planificar cómo llegar a él y lanzarse a su búsqueda. Sin garantía de conseguirlo, pero sin miedo a intentarlo. A conciencia, con preparación y con mucho coraje. Faustino Oro tiene 10 años, 8 meses y 10 días, un cuerpo pequeño, una mirada que lacera a sus rivales detrás de sus anteojos y un temperamento competitivo envidiable. Es un genio del ajedrez en envase chico. Y, sobre todas las cosas, es valiente y ama este juego que poco a poco convierte en arte. Por eso desde este martes se lanzará de nuevo a la aventura de convertirse en el maestro internacional más joven de la historia.
En el Madrid Chess Festival, hace nueve días, se quedó a medio punto de esa hazaña para los libros: fue tercero e invicto con 5 unidades en 9 ruedas, cuando necesitaba 5,5 para superar al estadounidense Abhimanyu Mishra, que fue maestro internacional a los 10 años, 9 meses y 3 días.
Fausti tiene hasta el 16 de julio para batir ese récord. Nadie lo apura. Ni sus entrenadores ni sobre todo papá Alejandro y mamá Romina, principalmente interesados en su desarrollo cotidiano, sin desconocer lógicamente el don de su hijo. Es el mismo Faustino el que quiere más.
“Yo quería que descanse, pero él tiene ganas de jugar. Será difícil, porque habrá muchos chicos en alza, pero allá va Fausti a intentar lograr una hazaña más”, le explica Alejandro Oro a Clarín desde Badalona.
En esa ciudad catalana residen en familia desde que a fines del año pasado decidieron renunciar a sus trabajos como contadores en empresas top del país para mudarse a España, centro neurálgico de torneos de ajedrez propicios para el progreso de Faustino.
Desde este martes 25 de junio al domingo 30, el prodigio argentino competirá en un torneo cerrado en Barcelona contra un gran maestro, dos maestros internacionales y seis maestros FIDE como él.
Por el promedio de ELO del torneo, Fausti necesitará sumar 6,5 puntos en 9 rondas para lograr la tercera y última norma de maestro internacional y conseguir ese título. La misión será complicada, porque a esa cifra llegaría con cuatro triunfos y cinco empates. Y nadie regala nada sobre el tablero.
En la doble jornada de este martes, a las 5 y a las 11.30, el argentino de 2.351 puntos de ELO comenzará su camino con blancas ante el gran maestro español Hipólito Asís Gargatagli (2472) y con negras frente al MF español Carles Martín Barceló (2234).
El miércoles se las verá con el MF francés Samuel Malka (2211), el jueves contra el MF español Guerau Masague Artero (2345) y el MI colombiano Cristian Andrés Hernández (2350), el viernes jugará ante el MF español de 13 años Alex Villa Tornero (2321), el sábado tendrá otra doble jornada ante el MF categoría 2010 Xavier Mompel Ferruz (Guinea Ecuatorial, 2279) y el MF español César Alcalá González (2274), y el domingo cerrará contra el MI chileno Fernando Valenzuela Gómez (2358).
Un pibe en racha
Faustino Oro lleva 79 días sin perder una partida de ajedrez a ritmo clásico o “pensado”, en el que cada jugador comienza con una hora y media en el reloj, a lo que se le suma 30 segundos por movida realizada.
Fue el 6 de abril pasado el último día en el que el argentino estiró su brazo derecho en señal de abandono: lo hizo con las piezas negras ante el maestro internacional cubano Ernesto Fernández Guillén, en la séptima rueda del III Open Internacional Chess Menorca.
Desde ese día acumula un invicto de 22 partidas a ritmo clásico, con ocho triunfos y 14 tablas. La racha comenzó en aquel torneo en una de las islas Baleares, donde ganó en la octava ronda y empató en la última. Del 24 de mayo al 2 de junio, tuvo una actuación monumental en el Continental de Medellín, donde fue octavo e invicto y logró su segunda norma de maestro internacional con 8,5 en 11, debido a seis victorias y cinco tablas. Y del 10 al 15 de junio terminó tercero e invicto con 5 en 9 (un triunfo y 8 empates) en el mencionado Madrid Chess Festival.
¿En qué anduvo Fausti desde aquel torneo? En su vida cotidiana en familia, entrenando y -cuándo no- jugando partidas online a ritmos vertiginosos, esos que le encantan y en los que muestra una repentización e instinto asombrosos.
En la plataforma Chess.com tuvo dos logros increíbles. Primero superó los 3.000 puntos de ELO en el ritmo “blitz” (tres minutos por jugador, más dos segundos por movida) y quedó en el top 70 de esa plataforma. Y el sábado 22 de este mes terminó noveno en el Bullet Brawl, con partidas a un minuto como la que le ganó en marzo al noruego Magnus Carlsen, número uno del ranking desde hace 13 años y rey del ajedrez mundial.
Faustino Oro, el niño que aprendió a jugar al ajedrez en pandemia, comienza ahora otra aventura sobre el tablero. Se insiste: no es “el Messi del ajedrez”, como se lo vende marketineramente con cierto peligro por la presión que conlleva. Es un genio de 10 años, 8 meses y 10 días. Y, sobre todo, un apasionado por el ajedrez que va al frente con talento y coraje.