La planilla de Antonio Olivera volvió a mostrar un ausente en la previa del duelo con Atlético Paranaense. Se trató de Fausto Vera, ni más ni menos. El volante de 24 años no es tenido en cuenta por el portugués y su situación en Corinthians llegó a un punto límite. Hace cuatro partidos que no está en la lista de concentrados. Por eso pidió su salida, para tener continuidad. Y aunque hay una propuesta del Atlético Mineiro, al crédito de Hurlingham lo seduce volver a la Argentina y jugar en Boca.
En ese sentido, Juan Román Riquelme espera que la presión que está ejerciendo el mediocampista pueda allanarle el camino a la Bombonera. El presidente-ídolo sabe que Vera desea vestirse de azul y oro. Ni siquiera lo conmovió la oferta del equipo de Belo Horizonte, donde dirige Gabriel Milito, un técnico que lo conoce de sus tiempos en Argentinos Juniors. Atlético Mineiro está dispuesto a desembolsar 4 millones de dólares por el 80% de la ficha.
Sin embargo, Vera quiere jugar en Boca, que pondría sobre la mesa 2 millones de la moneda norteamericana por el 50% de los derechos económicos del futbolista. Corinthians, por ahora, acepta la voluntad de Vera, por eso no avanzó a fondo con Atlético Mineiro. Claro que “business are business” (negocios son negocios), dicen en el mundo de las finanzas y los paulistas esperan un mejor número desde Brandsen 805. Por la reglamentación del Brasileirao, si un futbolista juega 7 partidos en un torneo no puede pasar a otro equipo brasileño. Vera jugó 6.
El ex volante del Bicho y Marcos Rojo comparten el representante, Kristian Bereit. Sin ir más lejos, en las últimas horas el zaguero se trasladó a Manchester invitado por el United, donde jugó de 2014 a 2021, y se sacó una foto con el agente inglés, que está haciendo lo posible para lograr la salida de Vera.
“Lo mejor está por venir”, publicó el jugador en su cuenta de Instagram, acompañada de una foto suya entrenándose con una camiseta de Los Angeles Lakers. Parece un guiño a Boca, por el parecido con los tonos xeneizes, aunque -en realidad- los colores del equipo de NBA sean púrpura y dorado.
Mientras tanto, Diego Martínez sabe que ya cuenta con otro volante central. Tomás Belmonte tiene todo acordado con Boca y en cuestión de horas arribaría a la Argentina. El club xeneize pagará 3 millones de dólares por el 50% del pase y firmará un contrato hasta diciembre de 2028.
El sueño frustrado de Almada
Cuando parecía que el volante campeón del mundo podría jugar en Boca, una oferta del Grupo Eagles complicó los planes de Riquelme. El holding norteamericano, dueño de Botafogo, Crystal Palace y Olympique Lyonnais, pagaría 20 millones de dólares por el pase del atacante de 23 años.
Almada había confesado su deseo de jugar en Boca y el llamado de Riquelme. Hasta celebró el gol ante DC United con las manos en sus orejas, al estilo Topo Gigio, aquel legendario festejo de Román. Y teniendo en cuenta la oferta de 18 millones de dólares que llegó por Aaron Anselmino, en Boca se hacía ilusiones.
Para sacar a Almada del Atlanta United había que pagar 8 millones de dólares por el 50% de la ficha. La aparición del Grupo Eagels lo haría imposible. Almada, incluso, podría desembarcar en Botafogo antes de partir a la Premier League o a Francia.