Gary Medel se convirtió en el primer refuerzo de Boca Juniors, y todo en cuestión de horas. El «Pitbull» chileno pasó esta mañana por un centro médico para hacerse la revisión correspondiente y ahora sólo le falta firmar su contrato para ser oficialmente jugador del equipo que dirige Diego Martínez.
Como Boca juega este viernes por la Liga Profesional ante Vélez en la última fecha previa al receso impuesto por la Copa América, se está definiendo cuándo y cómo será la presentación de una de las contrataciones más esperadas por el presidente de la institución, Juan Román Riquelme, compañero de Medel en la temporada 2009/2010.
A dos meses de cumplir 37 años de edad, el bicampeón de América con su selección firmará contrato por un año y medio, y deberá integrarse a un vestuario plagado de juveniles pero con la misión de hacerse referente a la par de otros veteranos de extenso recorrido en el mundo del fútbol como Sergio Romero (37), Marcos Rojo (34) y Edinson Cavani (37).
Polifuncional en defensa y mediocampo, capaz de adaptarse a cualquier dibujo táctico, Medel es uno de esos jugadores que sueña cualquier entrenador: inteligente, disciplinado en la marca y muy intenso a la hora de la presión. Sin embargo, sus últimas prestaciones dan cuenta del paso del tiempo, relegado en el fútbol brasileño y fuera de la consideración de Ricardo Gareca para la convocatoria de Chile en la Copa América que se inicia la próxima semana.
Su primer ciclo en Boca se inició en agosto de 2009, y su bautismo goleador se dio al mes de su llegada, con una palomita ante Godoy Cruz. El DT del Xeneize era Alfio Basile y en el equipo eran titulares Abbondanzieri, Battaglia, Riquelme y Palermo, entre otros. Javi García, el arquero suplente de esa noche ante el Tomba, es la cara conocida que recibirá a Gary en el renovado Boca Predio (si es que no migra a algún club).
Medel jugó un total de 48 partidos vestido de azul y oro, con siete goles y tres expulsiones. De aquellos años felices en La Ribera lo que más se recuerda por Brandsen 805 son sus dos festejos ante River, en un accidentado Superclásico disputado en la Bombonera, que terminó con triunfo 2-0 para el local.
El breve idilio de Medel con Boca se cortó a mediados de 2011, cuando se terminó el préstamo con Universidad Católica, y el camino del aguerrido futbolista de 1,71 metros de altura continuó por Europa: Sevilla, Cardiff City, Inter de Milán, Besiktas y Bologna, su último paso antes de retornar a este lado del planeta.
No pudo adaptarse al fútbol brasileño, a pesar de que fue recibido como estrella y Ramón Díaz lo erigió capitán del Vasco da Gama. Colaboró para evitar el descenso y tuvo que luchar en un torneo estadual dominado por los millonarios Flamengo, Fluminense y Botafogo. Sin embargo, la salida del DT riojano del conjunto carioca terminó de decretar la suerte de Gary, que vuelve a la Argentina en busca de revancha.