Leandro Romagnoli asumió en medio de un mar azulgrana revuelto. Debía agarrar al equipo tras la abrupta salida de Ruben Darío Insua (por decisión dirigencial) en plena competencia y conseguir resultados inmediatos para llevar a San Lorenzo a los octavo de final de la Copa Libertadores. ‘Pipi’ logró ese primer objetivo para terminar el semestre con las aguas más calmas y ahora buscará empezar a darle forma a su plantel en el extenso receso invernal que comenzará luego del partido del próximo sábado ante Unión en Santa Fe.

Tras estas semanas de competición y de evaluación, el entrenador sacó una radiografía del grupo de futbolistas que componen la plantilla profesional y ya comenzó a tomar las primeras decisiones fuertes en consecuencia. Mientras espera atentamente las novedades de las posibles ventas de Adam Bareiro a River y de Agustín Giay a Palmeiras (ambas negociaciones están avanzadas), puso en marcha la depuración del plantel.

Ya hay dos jugadores que escucharon de la boca de Romagnoli que correrán desde atrás y que están liberados para conseguirse otro club si así lo desean. Ellos son Carlos Sánchez y Nicolás Hernández. Pero también hay otro nombre importante que podría salir en este mercado extenso: Cristian Ferreira.

Cada caso es diferente. Bareiro y Giay son las figuras a vender en el libro de pases para poder levantar las inhibiciones (en total suman 1,4 millones de dólares) y poder traer refuerzos de cara al cruce de octavos de final contra Atlético Mineiro.

Cristian Ferreira fue presentado como refuerzo de San Lorenzo en el verano pero podría emigrar rápido. Foto: San LorenzoCristian Ferreira fue presentado como refuerzo de San Lorenzo en el verano pero podría emigrar rápido. Foto: San Lorenzo

La Roca Sánchez perdió terreno ya en el último tramo del ciclo del Gallego por bajo rendimiento y Romagnoli no lo tendrá en cuenta. Su contrato vence a fin de año pero si el colombiano quiere puede buscarse otro equipo. El caso de Hernández es similar. La diferencia es que el defensor, también colombiano, llegó en enero de este año a préstamo hasta diciembre y jugó poco y nada (apenas 5 partidos).

Ferreira también arribó en el verano, cedido por River con una opción de compra de 1,5 millones de dólares por la mitad de su ficha. Sin embargo, para Pipi no es prioridad y el enganche lo sabe. Las lesiones y molestias musculares lo hicieron perderse varios encuentros importantes.

Esta semana trascendió que Ferreira habría mantenido una charla con el técnico en la que el propio volante le habría confirmado que busca un cambio de aire. Sin embargo, esto fue desmentido por Ferreira en redes sociales. «Totalmente falso. No sé de dónde está saliendo todo esto pero no es así. Soy muy feliz de pertenecer a esta institución. Saludo grande a todos los hinchas», publicó en una historia de Instagram para salir al cruce de versiones periodísticas.

Lo concreto es que parece que sus días en Boedo están llegando a su final. ¿Habrá más bajas? Todo dependerá de las charlas que Romagnoli mantenga con el presidente Marcelo Moretti y Néstor Ortigoza, vocal a cargo del fútbol del club, sobre el armado del plantel para un movido segundo semestre de 2024.



Fuente Clarin

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