Eduardo Coudet ha dado varias muestras de que no le tiembla el pulso a la hora de declarar. No lo hacía como jugador y tampoco como técnico. El sábado, después del triunfo de Internacional de Porto Alegre sobre Delfín de Ecuador que le dio la clasificación a los 16avos de final de la Copa Sudamericana, en vez de celebrar junto a sus jugadores lo primero que hizo fue encarar hacia la platea con hinchas de su equipo que estaba detrás del banco. Estaba buscando a alguien.
«Estaba buscando a un gordo que no paraba de putearme. Le tendrían que haber dado una piña los otros hinchas, lo busqué pero ya se había ido», declaró ‘Chacho’, con una mezcla de portugués y español, durante la conferencia de prensa posterior.
«Me gritaba ‘hijo de puta’ durante todo el partido atrás del banco y estábamos clasificando. Hacemos un gran esfuerzo: hace un mes que estamos fuera de nuestra casa, no podemos jugar en Beira Río, entrenamos en campos que no son normales, viajamos para todos lados y que uno me esté insultando…¿cómo reaccionarías vos?», cerró ante la consulta del periodista.
Es que para nada fue una situación que pudiera ser maquillada: apenas sonó el silbatazo final del encuentro que ganó gracias a un tanto del argentino Lucas Alario, Coudet encaró para la platea y hasta empujó a alguno de sus colaboradores que intentaban calmarlo.
El destino quiso que Coudet tenga que regresar al estadio Gigante de Arroyito, porque Internacional se enfrentará en los playoffs a Rosario Central. De sortear la llave con el Canalla, que se definirá en Brasil, Fortaleza aparece en el horizonte del conjunto de Porto Alegre en octavos de final de la Sudamericana.
Así quedó el cuadro de la Copa Sudamericana
