La imagen utilizada por las redes sociales de Boca es un claro mensaje a los jugadores. “La única receta: trabajar”, consignó el club, acompañado por el emoji de un cerebro. No pareció casual, claro, que Diego Martínez fuera retratado con una sonrisa a flor de sus labios. Es todo un respaldo de Juan Román Riquelme, nada menos.
No sólo por la charla que tuvieron hace 48 horas en Ezeiza, donde se habló de la derrota con Platense; también, por el malestar que dejaron trascender los jugadores por la decisión que tomó Martínez respecto a la logística de tareas.
Antes de la caída en Vicente López, el técnico tenía pensado darle tres días de descanso al plantel. La ecuación se modificó, claro. Y Martínez le ordenó regresar al trabajo el martes por la tarde. Entonces, algunos futbolistas se quejaron ante el técnico por el cambio abrupto, ya que tuvieron que volver antes de sus provincias.
A Román no le gustó este reclamo, como tampoco le causó mucha gracia al entrenador su presencia en el entrenamiento, aunque todos los técnicos de su ciclo como dirigente tuvieron que escuchar alguna arenga o tirón de orejas del ex enganche.
No obstante, esta muestra de apoyo le marcó el terreno al plantel. Y luego de los dos partidos pendientes antes del parate de la Copa América (Vélez, el viernes 14 por la Liga Profesional, y Almirante Brown, el miércoles 19 por la Copa Argentina) habrá una depuración. Se estima que se iría una decena de jugadores. Y ya empezó la danza de nombres como posibles refuerzos.
Sí, Riquelme y Martínez, que tendrán una charla mano a mano en la tercera semana de junio, ya empezaron a pensar en el futuro. Para revertir la situación en el torneo doméstico y ganar la corona sudamericana, Boca necesita hacer una gran inversión.
En ese sentido, por estas horas trascendió que Román se comunicó con Tomás Belmonte, ex volante de Lanús que actualmente juega en Toluca de México. La respuesta del futbolista de 26 años fue positiva. Resta llegar a un acuerdo con el club azteca, que pagó 5 millones de dólares por su pase.
Otro mediocampista que seduce a Riquelme es Joaquín Pereyra, a quien el presidente está buscando antes de la llegada de Martínez. El técnico daría el okey. Atlético Tucumán lo cotizó en 3.500.000 dólares. El zurdo está dispuesto a jugar con la camiseta azul y oro, claro.
Desde España se ofreció a Lucas Robertone, ex Vélez que ahora milita el Almería. No será fácil su salida porque el volante ofensivo tiene contrato vigente hasta 2028, pero su deseo de regresar al país podría acelerar el paso de las negociaciones.
Hasta aquí, las posibilidades más cercanas. Después, hay otros jugadores en carpeta. Maxi Meza es otra debilidad del presidente ídolo. Fue uno de los primeros apellidos que quiso incorporar cuando ganó las elecciones –junto a Jorge Amor Ameal- en 2019. Figura del Monterrey, el correntino recién podría llegar en diciembre, tras la finalización de su contrato.
Fausto Vera, volante central del Corinthians, también seduce. El club paulista le debe 4 millones de dólares a Argentinos Juniors y desde La Paternal no ven con malos ojos una negociación a nivel local. Sin embargo, el jugador también está en la mira de Gabriel Milito, quien se lo quiere llevar a Atlético Mineiro.
Gary Medel y James Rodríguez son los dos internacionales que están en el radar. Román ya avisó que tiene una relación muy estrecha con el chileno de 36 años, que defendió los colores xeneizes entre 2009 y 2011 y fue compañero del “10” de Don Torcuato, que hoy juega en el Vasco Da Gama. El colombiano fue ofrecido, pero es casi imposible que deje San Pablo para jugar en Boca. Casi que hay que descartarlo.
El único impedimento para contar con alguno de esos jugadores, por ahora, es el cupo de extranjeros. Actualmente, el plantel lo tiene cubierto con los uruguayos Marcelo Saracchi, Miguel Merentiel y Edinson Cavani, el peruano Luis Advíncula y el venezolano Jan Hurtado, que regresará de Liga de Quito. Los colombianos Frank Fabra y Jorman Campuzano tienen la ciudadanía argentina, aunque el volante se irá a Atlético Nacional.
Hurtado podría volver a ser prestado, ya que no es tenido en cuenta por Martínez. Entonces, habría lugar sólo para uno de ellos.
Y no hay que descartar a Adam Bareiro, por quien Boca hizo una oferta de 4.500.000 dólares, por encima de la cláusula de rescisión que fijó San Lorenzo (3.500.000). La propuesta fue rechazada.
¿Quiénes se irán?
Así como empezaron a circular nombres de potenciales incorporaciones, también surgió una lista de prescindibles. Hay tres que ya no tienen lugar en el equipo: Ezequiel Bullaude, cuyo préstamo vence a fin de mes y deberá volver al Feyenoord; Nicolás Valentini, quien no aceptó los términos del Consejo de Fútbol para la renovación de su vínculo, que caduca en diciembre, y Darío Benedetto, colgado tras su célebre y oscura frase (“noches felices, mañanas tristes”) post cumpleaños.
Tampoco serían tenidos en cuenta Vicente Taborda, Juan Ramírez y Norberto Briasco. Hay que ver qué postura se toma con Fabra, muy relegado.