El mundo del golf sigue en shock por la noticia de la muerte de Grayson Murray a los 30 años, un día después de retirarse de un torneo en Texas. Y este domingo, su familia confirmó que el jugador oriundo de Carolina del Norte, quien batallaba contra la depresión y la adicción al alcohol, se suicidó y pidió a los fanáticos que respeten su privacidad durante esta «increíble tragedia».
«Hemos pasado las últimas 24 horas intentando asimilar el hecho de que nuestro hijo se ha ido. Es surrealista que no sólo tengamos que admitirlo ante nosotros mismos, sino que también tengamos que reconocerlo ante el mundo», arranca el breve mensaje que los padres de Murray, Eric y Terry, divulgaron a través del PGA Tour.
«Tenemos tantas preguntas que no tienen respuesta. Excepto una. ¿Grayson era querido? La respuesta es sí. Por nosotros, por su hermano Cameron, por su hermana Erica, por toda su familia, por sus amigos, por sus compañeros de juego y, al parecer, por muchos de los que estáis leyendo esto. Era amado y se lo extrañará», continuaron. «La vida no siempre fue fácil para Grayson, y aunque se quitó la vida, sabemos que ahora descansa en paz».
Y tras agradecer al PGA Tour y a todo el mundo del golf por las muestras de apoyo, cerraron: «Por favor, respeten nuestra privacidad mientras atravesamos en esta increíble tragedia, y por favor honren a Grayson siendo amables unos con otros. Si eso se convierte en su legado, no podríamos pedir nada más».
A statement below from Grayson’s parents, Eric and Terry Murray.
If you are experiencing a mental health crisis, please call the national suicide and crisis lifeline in the United States at 988 or visit their website at https://t.co/j0traBx8ia. pic.twitter.com/wPsaYMrWrH
— PGA TOUR (@PGATOUR) May 26, 2024
Murray, que en enero fue campeón en el Sony Open disputado en Hawaii, se había retirado el viernes del torneo Charles Schwab Challenge de Fort Worth (Texas) cuando le faltaban dos hoyos para completar la segunda ronda, debido a una enfermedad no especificada. Y el sábado por la mañana, el PGA comunicó su fallecimiento, sin especificar las causas.
«El jugador de PGA Grayson Murray falleció esta mañana. No tengo palabras», dijo en un comunicado Jay Monahan, comisionado del tour estadounidense. «El circuito PGA es una familia, y cuando pierdes a un miembro de tu familia nunca vuelves a ser el mismo. Estamos de luto por Grayson y rezamos por el consuelo de sus seres queridos».
El comisionado dijo que había hablado con los padres del jugador para darles el pésame y que le habían pedido que el torneo en el que estaba jugando Murray hasta el viernes continuara.
«Ellos insistieron en que Grayson querría que lo hiciéramos. Por difícil que sea, queremos respetar sus deseos», afirmó.
A pedido de la familia, este domingo, los jugadores lucieron en el campo de Texas cintas rojas y negras en sus gorras, los colores de los Carolina Hurricanes, que Grayson vestía cuando competía en las rondas finales de los torneos.
Players are wearing red and black ribbons on Sunday at the @CSChallengeFW to honor Grayson Murray.
Murray wore the colors of his hometown Carolina Hurricanes, when competing on Sundays.
His family requested that ribbons with the same colors be worn Sunday. ❤️🖤 pic.twitter.com/zS3V0pwW0N
— PGA TOUR (@PGATOUR) May 26, 2024
Murray ganó su primer título de PGA en su temporada de novato de 2017 imponiéndose en el Barbasol Championship. Tras varias campañas con resultados discretos, el estadounidense volvió a la senda del triunfo en enero en Hawaii.
Sus problemas de alcoholismo y su lucha contra la depresión no eran un secreto.
En 2021, por ejemplo, estuvo involucrado en una pelea en un bar en Honolulu cuando estaba ebrio. Por ese episodio tuvo que presentarse luego a una audiencia ante la PGA. «¿Por qué estaba borracho? Porque soy un maldito alcohólico que odia todo lo que tiene que ver con la vida en el PGA Tour y esa es mi vía de escape», reconoció en ese momento.
Poco después, ingresó a una clínica de rehabilitación. Pero a fines de 2022, durante su participación en el Bermuda Championship, sufrió un accidente de moto mientras conducía en estado de ebriedad y salvó su vida de milagro. Le dieron 50 puntos de sutura, muchos de ellos en la cara.
«Si no tenía casco, probablemente hubiera muerto», aseguró.
La adicción al alcohol estaba relacionada con sus problemas de depresión y ansiedad. «Hay días en los que no quería levantarme de la cama. Simplemente pensaba que era un fracaso. Siempre me veía a mí mismo como un fracaso. Pensaba que tenía mucho talento, pero era simplemente un desperdicio de talento», relató alguna vez.
En enero, tras levantar el trofeo en Hawaii, confesó que el año pasado había vuelto a tomar antes de salir a jugar una ronda del México Open.
«Hice 79 golpes. Llegué a casa y tuve un ataque de ansiedad que duró cuatro días. Fue el peor sentimiento que jamás haya tenido; no quería volver a pasar por eso nunca y fue la última vez que tomé una copa», aseguró.
En ese momento contó que hacía ocho meses que estaba sobrio, que estaba tenía planes para casarse, que se había convertido al cristianismo y que sentía que su mejor golf estaba por venir.
«Cuando vuelvo a casa, ahora no se trata simplemente de golf, sino de mi prometida. Se trata de mi familia y la perspectiva que tengo ahora es… realmente no puedo expresarlo con palabras», se descargó con un discurso repleto de esperanza.