Continúa la novela alrededor del Balón de Oro que en 1986 recibió Diego Maradona luego de ser consagrado como el mejor jugador de la Copa del Mundo de México de ese año. El premio dedicado al 10 arrastra diversos mitos y leyendas a lo largo de las décadas. Tras considerarse extraviada para siempre, la esfera dorada reapareció en 2016, y la casa de subastas Aguttes planea subastarla en junio. Sin embargo, los herederos de Maradona se plantaron ante la Justicia para recuperar el galardón.
La historia del Balón de Oro al 10 se remonta a 1986, en el cabaret del Lido en París, donde Maradona recibió el reconocimiento luego de otorgarle a la Selección Argentina la segunda de las tres estrellas que posee hoy en día. Según se recuerda, Diego guardó el premio en el banco de la provincia de Nápoles junto a algunos de sus objetos más preciados, como varios relojes de alta gama, una tiara de su representante Guillermo Cóppola, y diamantes de sus hijas Dalma y Giannina quienes hoy reclaman su derecho como propietarias del trofeo de su padre.
El 26 de octubre de 1989, dicho banco fue asaltado por la mafia italiana a cargo de Guiseppe Misso, que se llevó una gran parte de las joyas del Diego, incluído el Balón de Oro. Pero el Pelusa no se las iba a dejar ganar tan fácil. Se contactó con los mafiosos para intentar recuperar sus pertenencias, llegando al punto de ofrecerles 15 millones de liras de ese entonces (unos 7.700 euros).
Allí es donde el relato comienza a entrar en variables todavía más confusas. Muchos dicen que no le devolvieron el premio porque lo habían fundido para crear piezas de oro. Otros, como la firma Auguttes, afirman que uno de los mafiosos perdió el trofeo en un partido de póker y lo vendió para pagar sus deudas.
Lo que ocurrió con la esfera dorada entre 1989 y 2016 es un misterio, pero lo que sí se sabe con certeza es que fue recuperada por Abdelhamid B, un ex galerista franco-argentino. La casa de subastas que posee hoy en día el Balón de Oro anunció el 2 de abril de este año que estará disponible para ser subastado, y que se llevaron a cabo todas las verificaciones necesarias para confirmar su autenticidad.
Gilles Moreu, el abogado del bufete de Paradox que representa a dos hijas del Diez, señaló que los herederos se enteraron recientemente que el trofeo fue robado. Según Moreu, la familia de Maradona quiere frenar la subasta al considerar que el Balón de Oro les pertenece.
También dijo que presentará un recurso urgente ante el presidente del tribunal de Nanterra, cercano a París, para remover el Balón de Oro de la subasta. Informó a la agencia de noticias AP que también pidió el secuestro judicial del trofeo y presentar una denuncia por robo y emcubrimiento de robo.
«Según la legislación francesa, si el poseedor de un objeto puede reivindicar su propiedad, es con la condición evidente de que su buena fe no pueda ser cuestionada», declaró Paradox. «No es el caso de un objeto que fue notoriamente robado a Diego Maradona, y cuyos herederos pueden reclamar legalmente su propiedad».
Moreu cuestionó la buena fe de Abdelhamid B, argumentando que desde que recuperó el galardón, nunca se intentó comunicar con Diego, «lo cual no era complicado».
Hoy en día el trofeo se encuentra en exhibición en la página de la casa de subastas, junto a una descripción de la importancia histórica que posee. «Maradona entra en la categoría de leyendas eternas, historias que los amantes del fútbol transmiten de generación en generación».
Aquellos que quieran acceder a la subasta deberán depositar 150.000 euros (160.000 dólares) para participar,y desde Aguttes aseguran que “vale millones debido a lo singular que es”. De todas formas, los herederos de Maradona aseguran que el trofeo fue robado y que el dueño actual no tiene la facultad para venderlo.