Iban 51 minutos del segundo tiempo de un partido caliente en Avellaneda. Instantes antes, Yael Falcón Pérez fue al VAR y finalmente decidió no expulsar a Lucas Rodríguez, futbolista de Independiente, que perdía 2-1 con Talleres de Córdoba. Sin embargo, los hinchas presentes en el Libertadores de América enloquecían con el árbitro, que debía lidiar con las protestas de un lado y del otro.
Y los fanáticos del Rojo empujaban, entre alientos y algunos gritos de reprobación, a sus futbolistas para ir por el empate agónico. Perdido por perdido, el equipo de Carlos Tévez puso en torno al área rival a 9 de sus 11 jugadores.
Diego Tarzia tiró un córner al área con la ilusión de la igualdad, pero todo terminó en un contraataque letal y un gol desde apenas unos metros delante de la mitad de cancha de Ramón Sosa. Un golazo del paraguayo, uno de los futbolistas de mayor jerarquía que tiene la T.