Lionel Messi la está rompiendo en el Inter Miami y es el gran rey de la MLS. A menos de un año de su desembarco en Norteamérica, el astro argentino rompe registros partido tras partido con Las Garzas, donde ya se dio el lujo de ganar su primer título. Ahora, disfrutando el arranque de su primera temporada completa, protagoniza una racha que promete quedar en la historia. Sin embargo, algunos le atribuyen esos números al «miedo» y el «respeto» que genera en sus rivales.
El Inter Miami lleva 12 partidos en la MLS y Leo jugó en 8 de ellos pero le alcanza para ser líder en todos los rubros: es el máximo goleador junto a Luis Suárez, con 10 tantos, y el máximo asistidor, con 12 pases gol, cinco de ellos materializados el sábado pasado en apenas 35 minutos contra NY Red Bulls.
El nivel superlativo de Leo le inspira confianza a Gerardo Tata Martino y compañía, hoy en la cima de la tabla de la Conferencia Este con 24 puntos, producto de siete victorias, tres empates y dos derrotas (ambas sin Messi). Un desempeño que el Inter Miami nunca había logrado en sus cinco años de existencia. Sin embargo, a la hora de buscar explicaciones ante semejante dominio, a los elogios al 10 se le suman miradas más particulares y polémicas.
Joshua Robinson, del prestigioso medio Wall Street Journal, escribió un artículo de opinión tratando de explicar el fenómeno Messi en la MLS. Y además de destacar la vigencia de la Pulga, le dio parte de la responsabilidad a la actuación de los rivales con los que el ex Barcelona y PSG se enfrenta semana tras semana.
«Los rivales de Messi están demasiado asustados o demasiado superados (o ambas cosas) para siquiera intentar quitarle el balón«, expresa Robinson a lo largo de su columna. «Ningún defensa tocó a Messi ni una sola vez (en sus cinco asistencias). En lugar de eso, retrocedieron, adivinando qué podría hacer a continuación y tratando de cortarle los carriles de adelantamiento. Es decir, dejaron que Messi hiciera lo que quisiera«, describe este cronista especializado en fútbol, que en 2022 escribió un libro acerca de la «rivalidad» entre Leo y Cristiano Ronaldo.
No obstante, el periodista intenta comprender la actitud de los defensores adversarios bajo una simple premisa: «Puede avergonzarte por un momento de engaño o puedes correr el riesgo de dañar el activo más valioso que jamás haya tenido la Major League Soccer. Es difícil decir cuál sería más perjudicial para la carrera de un defensor». Y para sostener su hipótesis, recurre a la estadística que señala que Messi solamente sufre 1,3 quites por partido, mientras que en España durante el lapso de 2009 a 2021 padeció 2,5 de las veces por encuentro.
Pero con su justificación, Robinson abre un nuevo paradigma: ¿Dónde queda la propia magia de Messi? Es que, según enseñan las estadísticas de la Major League Soccer, Leo es el máximo goleador del torneo a pesar de no ser el jugador que contiene el mayor porcentaje de goles esperados, que es de 6.33.
Es más, un tridente de delanteros lo superan en este registro: el colombiano Cristian Arango del Real Salt Lake y el francés Denis Bounga de Los Ángeles FC, ambos con 7.4, y el belga Christian Benteke del DC United, con una marca de 8.33. Eso sí, ninguno marcó más goles que Messi: Arango es el más cercano con 9, uno menos que Leo. Le sigue Benteke con 8 y completa el podio Bouanga, con 6. Efectividad absoluta para el ’10’.
El uruguayo Luis Suárez, que cuenta con una decena de goles al igual que Messi, tiene un 6.24 de tantos esperados. Es decir, es el único que supera a su compañero y lo hace por tan solo diez décimas.
El texto de Robinson sobre Messi dispara con munición gruesa cuando dice que «lo más cerca que están los defensores de Messi en estos días es cuando le piden su camiseta en el pitido final«.
Y agrega: «Poner a los defensores lo suficientemente cerca como para oler el champú de Messi es la única esperanza que tienen de detenerlo. Si le das demasiado espacio, podrá causar estragos en un instante».
«Sólo sufre una falta una vez cada 61 minutos con la camiseta de Miami«, es otro de los argumentos que emplea Robinson para demostrar la libertad que se le otorga a Messi y le permite completar actuaciones estelares. Sin embargo, dicha estadística parece ser propia del fútbol norteamericano en general, donde abunda el fair play y hay un promedio de 4.5 amarillas por encuentro. Y lógicamente, Messi lo aprovecha.
Otro que analizó el presente de Messi y tiene un poco más de pergaminos que el periodista del Wall Street Journal fue David Beckham, cara visible del Inter Miami y responsable máximo de la llegada del astro argentino a tierra americana.
«Hace 12 años, Messi anotó cinco goles contra el Leverkusen y 12 años después, crea 5 asistencias. Los años cambian y los días pasan, pero la ventaja de Leo sobre los demás sigue siendo constante. Messi es el milagro futbolístico que vino a este mundo y no se puede repetir», sentenció el británico, poniéndola en el ángulo como en su época de futbolista.