Fue Alejandro Lombardo, el entrenador que todavía lo acompaña, el que lo convenció de no colgar la raqueta, dar un poco más y convencerlo para que se dedicara seriamente al dobles una vez que le puso el punto final a una “linda carrera” en el single, como él mismo la definió alguna vez. Una carrera de la que él mismo siempre se encargó de destacar su punto más alto: aquel único título conseguido en Viña del Mar en 2013 frente a Rafael Nadal que fue a su vez la única definición perdida por el mejor tenista de todos los tiempos en canchas lentas contra un rival que no llegó al número 1 del mundo (sólo perdió otras siete finales en esa superficie contra Djokovic -cuatro-, Federer -dos- y Murray -una-).

Una desgraciada lesión de Máximo González cuando el tandilense era su compañero hasta que se desgarró en los octavos de final de Wimbledon 2019, motivó el nacimiento de la dupla con el español Granollers que fue exitosa desde el arranque cuando junto al campeón de la Copa Davis en la (in) olvidable serie de Mar del Plata ganaron el Masters 1000 de Montreal. Pero ¿cuáles son los secretos que llevaron al marplatense al número 1 del mundo menos de cinco años después de aquel momento?

Para establecer la diferencia con el resto de la mayoría de los doblistas mucho tiene que ver la jerarquía que mostró Zeballos en su carrera de singlista. Fue top 40, llegó además a la final de San Petersburgo en 2009 y accedió a los octavos de final en Roland Garros 2017. De ahí su velocidad y su peso de pelota más propias de alguien que juega solo con respecto a quien lo hace de a dos.

Horacio Zeballos y Marcel Granollers en el Masters 1000 de Madrid. Foto Mutua Madrid OpenHoracio Zeballos y Marcel Granollers en el Masters 1000 de Madrid. Foto Mutua Madrid Open

Por lo demás, siempre fue un jugador que dominó con su saque -también lo hacía en el single-, que tiene una muy buena aceleración con su revés a una mano y que siempre sintió la volea. Otro factor clave resultó la química absoluta que tiene con Granollers tanto adentro como afuera de la cancha. Sin ese feedback sería imposible conseguir lo que desde el lunes será una realidad concreta.

La carrera como doblista de Zeballos siempre fue ascendente. De hecho, antes de unir fuerzas con el catalán estaba 19° en el ranking mundial, a la semana siguiente fue top ten y en septiembre de aquel 2019 llegó al tercer lugar de la ATP, su mejor ubicación hasta hoy. Antes de aquel torneo canadiense bautismal que lograron juntos él ya había obtenido 12 títulos y había llegado a otras 10 finales.

Horacio Zeballos y Marcel Granollers se subirán el lunes al primer escalón del ranking mundial de dobles. Foto Madrid OpenHoracio Zeballos y Marcel Granollers se subirán el lunes al primer escalón del ranking mundial de dobles. Foto Madrid Open

Tiene dos objetivos inmediatos ahora Zeballos: ganar su primer Grand Slam e ir por una medalla en París. Si lo consigue será un 2024 inolvidable. Y si no, también.



Fuente Clarin

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