El día 2 de acción en el Masters 1000 de Montecarlo tiene en su cartelera a dos tenistas argentinos, que buscan encontrar su mejor versión en la gira sobre canchas lentas que tiene como horizonte a Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada y meca del polvo de ladrillo.

En el primer turno de la jornada en Mónaco el que saltó a la cancha fue Francisco Cerúndolo. El porteño, 22° del ranking mundial publicado este lunes, enfrenta al alemán Daniel Altmaier, quien entró al cuadro principal como lucky loser. El alemán de 25 años, 52° del mundo, es entrenador por Alberto Luli Mancini.

Fue pura solidez Fran en el primer set, donde se impuso por 6-2 al cabo de poco más de 42 minutos de acción. Si bien el duelo arrancó con mucha paridad, el argentino logró un par de quiebres de servicio para llevarse el parcial con mucha comodidad. Se lo notó amoldado a la velocidad de la cancha y, como siempre, con derechas furibundas para desmoralizar a Altmaier.

Más tarde, también por la primera ronda, se presenta Federico Coria, quien también ingresó al main draw desde la clasificación. El rosarino juega en el cuarto turno del Court desde Princes contra el francés Ugo Humbert, 14° preclasificado.

Ya avanzaron este lunes el canadiense Felix Auger-Aliassime -se deshizo del italiano Luca Nardi por 6-2 y 6-3- y el austríaco Sebastian Ofner -derrotó al británico Dan Envas por 6-1 y 6-4-.

El rápido adiós de Seba Báez

En Montecarlo ya no sigue en carrera Sebastián Báez. El bonaerense tenía todo encaminado para celebrar el domingo el primer triunfo de su carrera sobre el polvo de ladrillo del Principado, pero cuando sacó 5-3 en el segundo set se desmoronó y el sueño se convirtió en una pesadilla: el alemán Jan-Lennard Struff se recuperó para vencerlo por 1-6, 7-6 (3) y 6-2.

Así fue el arranque de la gira de canchas lentas previa a Roland Garros para el mejor argentino del ranking ATP (19°), que buscaba dar un paso adelante en los torneos europeos sobre esa superficie, después de haber sido uno de los mejores en los campeonatos disputados en Sudamérica.

Fue sorpresiva la derrota del bonarense, a quien muchos consideraban como uno de los candidatos para llegar lejos (y hasta quizás pelear por el título) en suelo monegasco, por los grandes antecedentes que tenía esta temporada sobre polvo de ladrillo.

Es que en los torneos que se disputaron en canchas lentas en Sudamérica, terminó con un récord de 13 victorias y dos derrotas y dos nuevos títulos. Fue semifinalista en Córdoba, donde perdió con el italo-argentino Luciano Darderi, luego campeón. Se despidió en cuartos en Buenos Aires ante Federico Coria. Y luego hilvanó consagraciones en el ATP 500 de Río de Janeiro (venció a Mariano Navone en una final cien por ciento argentina) y en el 250 de Santiago de Chile (con triunfo ante el local Alejandro Tabilo). Así llevó su cuenta personal a seis títulos, cinco de los cuales los conquistó sobre polvo.

Antes del arranque de esa gira, además, había ganado el único partido que jugó en la serie de Qualifiers de la Copa Davis ante Kazajistán en Rosario. Fue en el quinto punto para sellar el agónico triunfo del seleccionado albiceleste por 3-2.



Fuente Clarin

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