Tras varios meses fuera del entorno mediático, la figura de Luis Rubiales volvió a quedar en el centro de la escena. El miércoles regresó a Madrid, luego de una extensa estadía viviendo en República Dominicana, a raíz de ser notificado por una nueva investigación en su contra por corrupción. Pero eso no fue todo. Es que previo a regresar a España, desde las playas del Caribe brindó su primer entrevista para hablar acerca de los escándalos que lo rodean. Tanto de movimientos ilegales de dinero como del beso a Jennifer Hermoso. Y no se quedó callado en lo absoluto, sino que apuntó contra todos aquellos que se postulan en su contra.
Mientras fue detenido por la Guardia Civil horas después de su regreso a España para ser informado de sus nuevas causas en contra, todos los ojos se posaron en el ciclo español El Objetivo, un programa por televisión tradicional que transmitió la entrevista que le realizó la periodista Ana Pastor a Rubiales.
Allí, el ex mandatario defendió todos los cargos de los que se le acusan: desde la causa del beso a la jugadora Jennifer Hermoso hasta los posibles delitos de blanqueo de capitales, corrupción en negocios, administración desleal y pertenencia a organización criminal.
Según la propia periodista, la grabación se llevaría a cabo en el domicilio de Rubiales en el país centroamericano, pero a último momento debieron moverse hacia un hotel ante la sorpresiva aparición de la policía en su casa para realizarle una requisa.
Rubiales arrancó aclarando que su regreso a España no debe resultarle extraño a nadie, ya que se mantiene al servicio de la ley. «Mis abogados mandaron una carta al juzgado para decirles que estaba a disposición de ellos cuando me llamasen para aclarar cualquier gestión».
Y con respecto a su demora por volver, confesó: «Está la Semana Santa de por medio… aquí tengo mis cuentas bloqueadas, me ha costado hacer un cambio de billete de avión».
«No tengo ni la posibilidad de pagar una Coca-Cola. Tengo todo bloqueado hace un día lo de Dominicana y cinco días lo de España, sin haber hecho nada», ejemplificó Rubiales.
No solo le fueron confiscadas sus cuentas corrientes, sino que también admitió que sus teléfonos celulares le fueron inhabilitados. Además, la situación le dio el pie para explicar las razones por las que migró al continente americano. «No me apetecía estar en el foco. Me apetecía estar en un sitio para empezar de cero. En el mes de diciembre me llega la comunicación del banco diciéndome que me tengo que ir de ese banco. Es evidente que no quieren que esté en España. No voy a renunciar a mi país. Amo mi país y a mi gente. Pero yo también tengo que buscarme la vida de manera honrada».
Contundente, agregó: «Estaba tratando de empezar a hacer negocios. Aquí (República Dominicana) y en otros sitios. Firmé un contrato con una empresa coreana de 1,8 millones de dólares en tres años. Me llamaron y cancelaron el contrato porque habían recibido muchas presiones desde España«.
Tras ser consultado acerca de la causa de corrupción en su contra, Rubiales desmintió todo por completo e incluso intentó posar la atención sobre otros personajes que «ganan mucho más». «He sufrido un apaleamiento tan grande a nivel mediático que me era imposible trabajar en España«, fue una de sus frases repetidas.
«No me quieren dejar ganarme la vida ni en el fútbol ni fuera del fútbol. He tenido una sanción. En el mundo del fútbol no me quieren dejar y fuera tampoco. Hay gente que gana mucho más que yo en el fútbol y nadie se sonroja por ello. Yo he declarado todo en la agencia. Nunca en la vida he pegado una mordida«, expresó.
Sin embargo, la entrevistadora Pastor, fiel al estilo por el cual es reconocida, le fue insistente a Rubiales con varias repreguntas acerca de las causas e investigaciones en su contra.
Ante la persistencia, el ex directivo apuntó: «Yo creo que usted está en la corriente demoledora contra gente a la que no se probó nada. Sobre sus preguntas, hace comentarios«.
Y volvió a desligarse de las acusaciones. «Estoy hoy aquí para decir que es mentira que he pegado una mordida con pisos aquí, que tenga un equipo de béisbol aquí, que es mentira que haya pegado un pelotazo en Cabo Verde. Que tenga terrenos para la construcción de hoteles en Arabia Saudí. Todo eso es mentira«, se defendió.
Aunque dejó en claro que las únicas víctimas de la situación son su «familia y amigos». «Yo nunca he dicho que soy víctima de todo. Estamos en una sociedad que la presunción es de culpable y no de víctima», sostuvo.
Tras un foco inicial en la investigación por corrupción, Rubiales tampoco tuvo pelos en la lengua para referirse a Jenni Hermoso y la causa del beso no consentido a la futbolista durante la premiación como campeonas del Mundial de Australia-Nueva Zelanda 2023, el pasado 20 de agosto.
Así como se mostró inocente por su presunto delito por movimientos ilegales de dinero, Rubiales tampoco se catalogó como un «agresor sexual». «Quien vea las imágenes, de verdad, no puedo llegar a entender que alguien piense que eso es una agresión sexual. Si hay un médico que nos ponga suero de la verdad, me preguntan si alguna vez he estado con una prostituta y yo voy a contestar que no», sentenció.
En medio de su declaraciones, Rubiales dejó ver su primer signo de arrepentimiento sobre la situación que dio paso al escándalo: «Me equivoqué porque en una entrega de medallas tenía que haber sido más institucional», Aunque de inmediato, siguió: «Yo tengo mi conciencia tranquila. Por mí y por mis hijas. Ellas lo han presenciado y han estado allí. También le di picos a ellas y no las agredí sexualmente«.
En esa línea, manifestó: «Un agresor sexual no pregunta. En el contexto, sexual no había nada. Ella me dice que vale. Incluso en una historia ella lo reconoce. Están los videos anteriores y posteriores. Que cada uno opine. En ningún caso ha habido agresión«.
A la vez, acusó a Hermoso de «cambiar su versión».
«Tenía la misma opinión que yo. Ha cambiado de opinión después. Yo no. Sigo manteniendo que ahí no hay nada. Nadie va a poder demostrar que hubo presiones. Decir es decir, pero en la justicia española es que se actúe con pruebas«, agregó al respecto Rubiales.
«Después de todo lo que ha pasado su defensa es atacar a Jenni Hermoso?», lo cruzó Ana Pastor.
Y para dar una conclusión al tema, expuso: «¿No se puede cuestionar a Jennifer Hermoso y a mí sí? Lo que quieren hacer es cercenar la libertad de pensamiento. Ha habido otros medios que yo he pedido que vengan a hacer esta entrevista y no han querido«.
Por último, para englobar toda la situación que le rodea, Rubiales cerró: «Creo en la ley. Hay algunas mejorables pero creo en la ley, soy abogado».
La estadía del ex presidente de la RFEF en España es indefinida. Además de ponerse a disposición de la Guardia Civil y Fiscalía, otro de los motivos que lo llevaron a regresar a su país natal fue la búsqueda de que sus cuentas bancarias vuelvan a ser abiertas.
La semana pasada la Fiscalía solicitó una pena de dos años y medio de prisión por los delitos de agresión sexual y coacciones. Además de la pena de prisión, la fiscal pide para Rubiales inhabilitación para trabajar en el ámbito deportivo durante el tiempo de condena, dos años de libertad vigilada y la prohibición de comunicarse con la jugadora y acercarse a ella a menos de 200 metros durante cuatro años.