Jannik Sinner es una máquina de ganar. El italiano consiguió el domingo su tercer título del año y el primero en el Masters 1000 de Miami con un inobjetable triunfo por 6-3 y 6-1 ante Grigor Dimitrov. Solo una hora y 13 minutos necesitó para doblegar a un búlgaro que llegaba confiado, tras una semana inolvidable, pero que poco pudo hacer contra el tenis sin fisuras e implacable de su rival. El nacido en San Candido sumó su 22ª victoria en 23 partidos disputados en este 2024, se aseguró dar un pequeño pero muy importante salto en el ranking y confirmó que es un serio candidato -quizás el más grande- para pelearle el liderazgo a Novak Djokovic.
“Estoy muy orgulloso del resultado”, aseguró Sinner, que sumó además su segunda corona en esta categoría, tras la de Toronto 2023. “Empecé luchando un poco esta semana. No tuve mucho tiempo para adaptarme a esta cancha, así que al principio sabía que iba a ser difícil. A medida que avanzaba el torneo, me iba sintiendo cada vez mejor. La actuación en la final fue muy, muy buena. Estoy orgulloso de cómo manejé la situación. No fue fácil, así que han sido dos semanas muy, muy buenas. Este título significa mucho para mí, pero lo más importante es mi rendimiento».
Jannik hizo historia sobre el cemento del complejo del Hard Rock Stadium. Porque se convirtió en el primer italiano en ganar el título del segundo Masters 1000 del calendario, en la que fue su tercera final (había cedido en las de 2021 y 2023). Y porque se transformó también en la primera raqueta de su país en alcanzar el segundo escalón de la clasificación mundial, del que desplazó este lunes al español Carlos Alcaraz.
«Ser el número dos del mundo es increíble, nunca pensé que llegaría a este punto. Vengo de una familia muy normal, mis padres siguen trabajando. El deporte es una cosa y la vida es diferente. Estoy muy contento de estar en este puesto, disfruto de cada momento», analizó Sinner, que además, escribió su nombre en algunas singulares estadísticas del tenis, en las que quedó en muy buena compañía.
Campeón en enero en el Australian Open (su primer Grand Slam) y en febrero en Rotterdam, es el cuarto jugador de 23 años o menos en ganar tres títulos en los primeros tres meses de un año calendario, luego de Lleyton Hewitt (2000), Roger Federer (2004) y Andy Murray (2009). Y es también el primer tenista en levantar el trofeo en Melbourne y en Miami en la misma temporada desde que lo hiciera el suizo en 2017.
Esos logros pueden parecer intrascendentes (o poco importantes comparándolos con los otros que vienen consiguiendo), pero no hacen más que ratificar la jerarquía de un jugador llamado a hacer grandes cosas y señalado desde sus inicios como un potencial número uno.
En la final del domingo, supo dominar a su antojo a un Dimitrov que había jugado todo el torneo en un nivel superlativo y que venía de hilvanar tres victorias ante top 10 -el polaco Hubert Hurkacz (9°) en octavos, Alcaraz (2°) en cuartos y el alemán Alexander Zverev (5°) en semis-. Y que estaba ilusionado con ganar también su segundo Masters 1000, tras Cincinnati 2017.
La ilusión le duró apenas unos games al búlgaro. Cinco para ser exactos, que fueron los que necesitó Sinner para acomodarse en la cancha y conseguir su primer quiebre. Con el 3-2 a favor en el marcador, el italiano no tuvo problemas para cerrar el primer set en 42 minutos. Y se llevó el segundo por una diferencia aún mayor, ante la impotencia de su rival, que no lograba lastimar con su gran tenis y su exquisito revés a una mano.
Dimitrov se quedó con las manos vacías, pero se fue con una sonrisa. Porque firmó una actuación enorme en el torneo y, a los 32 años, se aseguró el regreso al grupo de los diez mejores del ranking (está noveno), una posición que no ocupaba desde octubre de 2018.
Y Sinner, que ganó 25 de sus últimos 26 partidos (contando los tres de las Finales de la Copa Davis 2023, en la que también gritó campeón), confirmó que no están equivocados quienes aseguran -como hizo Alcaraz hace unos días- que hoy es el mejor jugador del mundo y el rival a vencer.
¿Cuál es la clave para su (casi) perfecto momento?
“Mantener la cabeza en el presente. Empecé la temporada realmente bien. Nunca pensé en comenzar así, pero significa que tengo que seguir en el momento. Lo pasado, pasado está. Cada torneo es una nueva oportunidad. Es como lo veo. Tengo un gran equipo conmigo que me empuja a ser mejor. Sabemos lo que tenemos que mejorar. Ahora viene la gira de arcilla, donde suelo sufrir», analizó el italiano.
Pero aunque lo que se viene es un tramo de la temporada en la que no suele rendir en su mejor nivel (apenas uno de sus 13 títulos los ganó en polvo de ladrillo, Umag 2022), él apunta alto.
«No tengo mucho tiempo para adaptarme a esta superficie. Pero el objetivo principal es Roland Garros. Antes tenemos Roma, un torneo realmente especial para mí. Es siempre increíble jugar ante el público local. Tengo la sensación de que he aprendido muchas cosas este último año y que puedo hacerlo mejor», anticipó.
Y aseguró que el principal cambio que experimentó en los últimos meses no fue mental ni tenístico, sino físico.
«Hemos trabajado mucho en el gimnasio, y eso te ayuda en la pista, mentalmente. Sabés que podés jugar durante horas y mantener el nivel. También mejoré mi saque, algo que ayuda bastante. Desde el lado táctico, intentar entender cómo jugar contra cierto jugador me ayuda mucho. Darren (Cahill) y Simone (Vagnozzi) están haciendo un increíble trabajo conmigo. Entienden lo que necesito mejorar, la combinación es muy buena», reflexionó.
Sinner reconoció que no se esperaba un 2024 como el que está viviendo. Aunque estos enormes resultados no son una gran sorpresa para él.
«Sentía que estaba preparado para hacerlo muy bien este año. Tuve una gran pretemporada, gran final de año pasado. Ganarle dos veces a Novak (en las ATP Finals y en la Copa Davis) fue muy importante. Tuve semanas muy consistentes, me sentía preparado para conseguir grandes resultados. Sólo intento mejorar y también disfrutar del momento, porque nunca sabés si es la última vez que vas a ganar o no”, analizó el italiano, la máquina de ganar que hizo historia en Miami.
Sebastián Báez, el mejor argentino
La actualización del ranking ATP de este lunes mostró entonces ese pequeño gran salto de Sinner. El italiano se instaló detrás del serbio Novak Djokovic (9.725) con 8.710 puntos, tras sumar en Miami 400 unidades, mientras que Alcaraz se quedó con 8.645 tras perder 160.
El ruso Daniil Medvedev, que cayó en semifinales ante Sinner, cayó hasta los 7.165 puntos pero mantuvo la quinta plaza por delante del alemán Alexander Zverev (5.415), en tanto que irrumpe en el ‘top 10’ el búlgaro Grigor Dimitrov, verdugo de Alcaraz y finalista este domingo en Miami, ahora noveno.
El argentino Sebastián Báez sigue siendo el mejor de la Legión albiceleste en el puesto 19° y también el mejor sudamericano, por encima del chileno Nicolás Jarry, que subió hasta el 22°.
Francisco Cerúndolo y Tomás Martín Etcheverry se sitúan en el 23° y 30°.
Así está el ranking ATP con la actualización de este lunes
1. Novak Djokovic (SRB) 9725 puntos
2. Jannik Sinner (ITA) 8710 (+1)
3. Carlos Alcaraz (ESP) 8645 (-1)
4. Daniil Medvedev (RUS) 7165
5. Alexander Zverev (GER) 5415
6. Andrey Rublev (RUS) 4890
7. Holger Rune (DEN) 3795
8. Casper Ruud (NOR) 3615
9. Grigor Dimitrov (BUL) 3540 (+3)
10. Hubert Hurkacz (POL) 3425 (-1)
11. Alex De Minaur (AUS) 3355 (-1)
12. Stefanos Tsitsipas (GRE) 3175 (-1)
13. Taylor Fritz (USA) 2765
14. Ugo Humbert (FRA) 2425 (+1)
15. Tommy Paul (USA) 2350 (-1)
16. Ben Shelton (USA) 2260 (+1)
17. Karen Khachanov (RUS) 2005 (-1)
18. Alexander Bublik (KAZ) 1992
19. Sebastián Báez (ARG) 1980
El resto de los argentino en el Top 100 del ATP
23. Francisco Cerúndolo (ARG) 1.715 (-2)
30. Tomás Etcheverry (ARG) 1.310
55. Facundo Díaz Acosta (ARG) 943
60. Mariano Navone (ARG) 883 (-1)
78. Pedro Cachín (ARG) 733 (+1)
88. Federico Coria (ARG) 687