Los insultos racistas a un campeón del mundo como Marcos Acuña generaron un repudio inmediato. Dio la vuelta al mundo la situación que el defensor del Sevilla debió soportar durante el triunfo de visitante contra el Getafe, por LaLiga de España. Y ahí estuvieron no solo el entrenador argentino del Atlético de Madrid, Diego Simeone, sino también el delantero brasileño Vinicius Junior, víctima en incontables ocasiones del mismo maltrato racial.

El ‘Cholo’ expresó este domingo que «depende de la sociedad entera, no de una sola persona» y necesitan «mejorar todos» para combatir estos hechos en el fútbol español, que también se replicaron en la víspera en el duelo entre el Sestao-Rayo Majadahonda, del ascenso.

«Difícil seguir hablando más de lo mismo de lo que venimos hablando desde hace mucho tiempo. Depende de todos, no depende de una sola persona, depende de la sociedad entera, y obviamente necesitamos mejorar todos», valoró el técnico argentino durante la conferencia de prensa.

También recibió el apoyo de Vinicius Junior, quien la semana pasada se quebró hasta las lágrimas en plena rueda de prensa al hablar sobre lo que le toca pasar en muchas de las canchas que visita con el Real Madrid. Fue en la previa al amistoso contra el racismo que protagonizaron Brasil y España, en el mítico Santiago Bernabéu.

El delantero hizo una publicación en su cuenta oficial de X (antes Twitter), donde suele reflexionar sobre los diversos actos de racismo que ocurren en los estadios del fútbol español.

«Este fin de semana, ni siquiera jugaré. Pero tuvimos tres casos despreciables de racismo en España solo este sábado. Todo mi apoyo a Acuña @AcunaMarcos17 y al entrenador Quique Flores, del @SevillaFC. A Sarr y al @RMajadahonda que su valentía inspire a los demás. Los racistas deben ser expuestos y los partidos no pueden continuar con ellos en la grada. Solo tendremos victoria cuando los racistas salgan de los estadios directo a la cárcel, lugar que se merecen», escribió el brasileño.

¿Qué pasó con Marcos Acuña en España?

Si bien Sevilla se quedó con el triunfo por 1-0, el gol de Sergio Ramos quedó de lado por el agravio que sufrió el lateral-volante, que obligó al árbitro a suspender el partido durante varios segundos y provocó una fuerte reacción del ex Real Madrid.

A los 15′ minutos del segundo, el Huevo se acercó a hablarle a Javier Iglesias Villanueva y a uno de los asistentes y automáticamente se activó el protocolo correspondiente a estos casos. Sonó el silbato, se detuvieron las acciones y la voz del estadio advirtió sobre la situación. Según contaron los propios protagonistas, un grupo de hinchas del local llamó «mono» a Acuña en reiteradas ocasiones, lo que obligó al ex Ferro y Racing a informar sobre este nuevo episodio de racismo.

Aunque el encuentro se completó y el equipo de Quique Sánchez Flores sumó tres puntos fundamentales en su lucha por escapar de la zona de descenso, no hubo nada que festejar y Ramos fue el primero en repudiar lo que le sucedió a su compañero. «Venimos reclamando, dentro del fútbol, respeto, que la gente no venga a liberarse y a decir tonterías. Toca señalarlos y prohibirles la entrada, esto debe ser un deporte para unir, no para separar. Ellos no pertenecen a los estadios de fútbol», expresó.

Además, Djené, capitán de Getafe, se solidarizó con Acuña y agregó que «si se han escuchado cantos, hay que parar porque eso no puede ser», mientras que el técnico Bordalás fue contundente al remarcar que «estamos en contra de cualquier insulto racista».

En cuestión de minutos, se fueron sumando diferentes mensajes: la cuenta oficial del Sevilla condenó los insultos xenófobos y además de Acuña incluyó al cuerpo técnico como víctimas. A su vez, La Liga difundió que «condena firmemente cualquier gesto de racismo y seguirá trabajando hasta erradicar estos comportamientos intolerables de nuestro deporte».

Aunque Acuña evitó referirse al tema y luego del partido posteó: «Gran triunfo, vamos Sevilla» con imágenes del partido, el informe del árbitro refleja la gravedad de la situación: en el mismo figura que en el minuto 68 tuvo que detener el encuentro por insultos racistas sobre el dorsal 19 del equipo visitante como «Acuña mono» y «Acuña vienes del mono» desde «aficionados situados en la zona central del campo detrás de la posición de mi árbitro asistente N°2».

Por último, aclara que dicha incidencia «fue anunciada por megafonía» no reanudando el juego hasta dicho momento «dos minutos y medio después» y «no produciéndose en ninguna ocasión más en el encuentro».





Fuente Clarin

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