Aprobó River en el debut en el Mundial de Clubes porque hizo lo que tenía que hacer: superar a Urawa Red Diamonds, a priori el rival más fácil del grupo E. Marcos Acuña y Facundo Colidio fueron los más destacados del equipo, aunque el delantero fue la figura por el error del ‘Huevo’ en el penal que le dio vida a los japoneses. El más flojo fue Germán Pezzella, que sigue sufriendo cada vez que lo sacan de su zona de confort.
También, como casi siempre, apareció el capitán Franco Armani, que acumuló un par de atajadas decisivas en momentos de zozobra del ‘Millonario’. En el penal mencionado, el ‘Pulpo’ eligió la otra punta del remate de Yusuke Matsuo.
A continuación, el boletín de calificaciones de Clarín:
Lo llamaron a participar en una sola en la etapa inicial y resolvió bien un disparo lejano de Takuro. Dejó dudas a la hora de manejarla con los pies. Tuvo una notable atajada en el minuto final del duelo.
Le tocó marcar al más peligroso de los nipones y tal vez por eso no pudo pesar tanto en ataque. Fue de más a menos.
Otra vez mostró muchas dudas. Le sigue costando demasiado cuando tiene que ir a los costados y lo mejor de su repertorio asoma en el juego aéreo. Perdió más de lo que ganó en los duelos personales.
Más firme en la marca y más seguro con la pelota en los pies. Metió cinco cambios de frente perfectos para Mastantuono. River tenía estudiado ese pase. En el segundo tiempo sufrió un poco más por su sector.
Un primer tiempo de gran nivel del Huevo, acostumbrado a jugar partidos de relieve. Manejó muy bien la pelota, estuvo impecable en la marca y mandó un centro hermoso y exacto para el cabezazo goleador de Colidio. Pero el campeón del mundo en Qatar regaló un penal y por eso no tiene un puntaje más alto. Después metió un lindo córner para el tercero de Maxi Meza.
Nacho comenzó teniendo mucho protagonismo, aunque se fue apagando. Erró pases sencillos y perdió un par de pelotas que pudieron ser peligrosas. Fue reemplazado en el entretiempo.
Manejó el medio con pases cortos y presión rápida en el momento favorable a River. Al mendocino no se le notan los 39 años. Lo malo es que se hizo amonestar rápido en el encuentro y por esa tarjeta no salió a jugar el segundo tiempo. Gallardo, incluso, habló que tuvo una molestia muscular.
El colombiano juega simple con la pelota y es duro a la hora de recuperar. Casi no erra pases y esa es su mayor virtud. Pero al volante le costó más cuando se tuvo que parar de volante central.
Alternó buenas y malas, pero desde su cabeza y su zurda se gestó el primer gol del elenco de Núñez: enganchó para el centro y abrió para un solitario Acuña. No pudo aprovechar espacios en el segundo tiempo. Casi marca de cabeza.
Mucho menos protagonista que en los últimos juegos. Se plantó para fijar a los centrales rivales y le costó conectar con sus compañeros. Igual, de la nada sacó un zurdazo que chocó con el palo a los 8 minutos de la etapa inicial. Y en el comienzo de la etapa final metió el 2-0 con un cabezazo de pícaro. Lo malo es que se lastimó en la caída y salió. Le harán estudios al tobillo izquierdo.
Un gol de goleador, entrando al vacío y ajustando el cabezazo. Fue de los que más participó. Lo mejor de River sucedió cuando se juntó con Acuña y Castaño. En el complemento, cuando peor la pasaba el equipo, inventó un córner que terminó en el tercer festejo.
Entró mal, como lo viene haciendo. Recién mejoró cuando el equipo se plantó con un 4-4-2. Anotó el tercero para que River no sufra el final del duelo.
Tampoco entró con el pie derecho y tardó en encontrar su lugar en la cancha. Estuvo flojo en la marca.
Las peleó a todas, más allá de que no tuvo chances de gol.
Entró para tratar de defender el triunfo desde la posesión. Sufrió el juego brusco de los nipones y de hecho hizo amonestar a Ryoma Watanabe, que lo bajó de atrás duramente. Tuvo una chance de gol, también, pero su remate se fue elevado por arriba del travesaño.
Solo ingresó para la salida de Acuña, por precaución por su amonestación.