A más de 300 km/h, la visión puede no nublarse pero sí el juicio. Max Verstappen protagonizó en la última fecha de la Fórmula 1 una maniobra polémica que le costó tres puntos de una superlicencia que quedó al límite de la suspensión por una carrera y una penalización de diez segundos que le provocó su peor posición final desde 2017. Pero podría haber sido aún más costosa para George Russell, quien recibió el impacto del Red Bull del tetracampeón del mundo en el desenlace del Gran Premio de España. Con las pulsaciones todavía altas ese domingo, sus disculpas públicas llegaron 24 horas después, aunque para entonces ya el paddock había hablado de él y la prensa internacional había señalado su conducta como “un problema grave que la FIA sigue ignorando”.

Con una semana de descanso hasta el Gran Premio de Canadá, el flash quedó encendido en Verstappen porque deberá cuidarse en las próximas dos fechas -la de Montreal, del 13 al 15 de junio, y la de Australia, del 27 al 29-, ya que el sistema de penalización por puntos introducido en 2012 establece que en caso de que un piloto llegue a 12 puntos en la superlicencia, se le aplicará una carrera de sanción y el neerlandés quedó con 11 tras lo ocurrido en Montmeló.

Luego de la prueba en Spielberg, la situación cambia ya que recuperará aquellos dos puntos que en el último gran premio disputado en el Red Bull Ring le impusieron por su choque con Lando Norris. Justamente, aquel fin de semana de 2024, el piloto de McLaren había señalado el temperamento de su amigo y rival como un problema.Simplemente, no quería aceptar perder una sola carrera y nos ha sacado a ambos. Si dice que él ha hecho las cosas bien, nuestra amistad se ha acabado. Si Max dice que ha hecho algo estúpido, entonces lo entenderé», había dicho el inglés en Sky Italia. El neerlandés, claro, lo minimizó: “Nos gusta correr duro. Estas cosas tienen que continuar, porque es lo que nos gusta hacer, y creo que también es genial para la F1.

No fue, sin embargo, aquella pelea con Norris la que más ruido generó en el paddock, sino la que le costó una pole y un punto en el GP de Qatar 2024; y allí el rival fue el mismo que en Catalunya: George Russell. Tras salir de esa audiencia compartida con los comisarios en el circuito de Lusail, el ya tetracampeón del mundo declaró: “Honestamente, fue muy decepcionante porque creo que todos estamos aquí, nos respetamos mucho y, por supuesto, he estado en esa sala de reuniones muchas veces en mi vida, en mi carrera, con gente con la que he competido, y nunca había visto a nadie intentando estafar a alguien tan duramente. Y eso, en mi caso me hizo perder todo el respeto”.

Con ese recuerdo todavía presente, Russell y Verstappen hablaron este domingo. El inglés de Mercedes dijo: «Es totalmente innecesario y en cierta manera se defraudó a sí mismo. No sé en qué estaba pensando. Realmente no tiene sentido chocar deliberadamente contra alguien y arriesgarse a dañar el propio coche y arriesgarse a una penalización. Al final, no voy a perder el sueño por eso porque al final me beneficié de esas payasadas». “¿Eso importa? Creo que prefiero hablar de la carrera que de un solo momento. George debería haber recibido una sanción por eso, estaba claro”, respondió el neerlandés. Aunque cuando le dijeron que su rival lo había criticado, reaccionó diciendo que «traería algunos pañuelos la próxima vez» y que el choque fue “un error de juicio”. Y concluyó: «Él tiene su opinión, yo tengo la mía».

Sin embargo, el lunes, a través de un posteo en su cuenta de Instagram, asomó la disculpa del piloto que lleva el 1 en su monoplaza. “Tuvimos una estrategia emocionante y una buena carrera en Barcelona, hasta que salió el auto de seguridad. Nuestra elección de neumáticos hasta el final y algunos movimientos después del reinicio del coche de seguridad alimentaron mi frustración, lo que llevó a una maniobra que no fue correcta y que no debería haber sucedido. Siempre lo doy todo por el equipo y las emociones pueden estar a flor de piel. A veces se gana y a veces se pierde», reconoció tras una sanción que lo mandó al décimo puesto, su peor resultado desde que es campeón de la F1 y la ubicación más baja desde el 10° lugar en Monza hace ocho años -pasaron 165 grandes premios-, y apenas le hizo sumar un punto, quedando a 49 de Piastri.

El error de Red Bull y una problemática aún más profunda

Aunque el análisis es contra fáctico, seguramente esa maniobra que dejó al mejor piloto del mundo en el centro (negativo) de la escena se podría haber evitado porque el malestar de MadMax llegó cuando su ingeniero Gianpiero Liambiase le ordenó que le devolviera la posición a Russell por una maniobra ocurrida tres vueltas antes, anticipándose a una posible sanción de la FIA que no iba a llegar nunca.

Todo comenzó en la vuelta 61 de 66. En un reinicio agitado tras una salida tardía del Safety Car para retirar al Mercedes de Kimi Antonelli -que había abandonado en el giro 53-, Verstappen se había salido de la pista y mantenido por delante de Russell, que antes había intentado el sobrepaso en la curva 1. Entonces, Dirección de Carrera informó: “Incidente entre auto 1 y 63, bajo investigación”.

Anticipándose a lo que podría ser una penalización de cinco o diez segundos que complicara aún más al neerlandés, que marchaba detrás de los McLaren y estaba en el podio, tres vueltas después Red Bull le pidió que cediera el puesto, una decisión cuestionada por un Max ya frustrado que recibió como respuesta de Lambiase que «así son las reglas». Esa discusión en la comunicación por radio terminó de la peor forma en la pista: Verstappen desaceleró en lo que parecía ser una señal para que Russell lo superara pero luego le tiró el auto encima.

Con el diario del lunes se supo que esa devolución del puesto no era necesaria. Después de la carrera, en la publicación de los documentos oficiales de la FIA, se conoció que los comisarios no le habrían impuesto ninguna penalización a Verstappen por el incidente original de la curva uno, porque consideraban que Russell había provocado el contacto al «perder momentáneamente el control del coche» y, por lo tanto, forzó al Red Bull a salir de la pista, lo que significa que no se justificaban más acciones. Es decir que Christian Horner se equivocó es obligar a su piloto a devolver el puesto.

Sí, fue un error, pero creo que ahí es donde estaría bien, como árbitro, como director de carrera, decir que siga el juego o que hay que devolverlo, reconoció el británico. “Creo que es muy difícil para el equipo, subjetivamente, tomar esa decisión porque se basa en precedentes históricos. Observa lo que tiene delante e intenta anticiparse a lo que piensan los comisarios y el director de carrera. Así que creo que sería beneficioso para los equipos, en ese caso, que el director de carrera tomara la decisión y dijera: o lo devuelven o reciben una penalización, en lugar de tener que intentar adivinar qué harán los comisarios», reflexionó.

Sin embargo, con la experiencia de décadas en el paddock de la F1, Horner puso el foco en otro lado: la comunicación de los equipos con la FIA, que sigue sin cambiar pese a la llegada del portugués Rui Marques como nuevo director de carrera. Se pregunta, pero no se recibe nada. Antes recibías cierta orientación, pero ahora es muy subjetivo para el equipo tomar esa decisión”, criticó. Sobre la decisión puntual con la maniobra de Russell antes del choque, indicó que se observaron “todos los movimientos lentos y la probabilidad era de 50-50”. Con el informe posterior, obviamente, Horner admitió que Verstappen estaba «obviamente molesto, enojado y frustrado», pero dijo que discutirían el asunto puertas adentro.

La feroz crítica de la prensa internacional y el llamado de atención de Toto Wolff: «Los grandes deportistas a veces piensan que el mundo está en su contra»

Max Verstappen es el mejor piloto de la actualidad pero no es la primera vez que se convierte en noticia por su temperamento y no por el eximio manejo que le permitió ganar 65 veces en la F1. El deseo de ganar, muchas veces, nubla su juicio y en 2021 protagonizó la gran batalla de la historia con Lewis Hamilton, que iba por el histórico octavo título. Por eso, luego de lo ocurrido con Russell, fue Toto Wolff, el jefe del equipo Mercedes, el que recordó lo ocurrido cuatro años atrás y le hizo un llamado de atención al neerlandés.

«Hay un patrón que he reconocido entre los grandes, ya sea en el automovilismo o en otros deportes. Solo necesitas tener al mundo en tu contra y entonces rendir al máximo nivel. Por eso, a veces, estos grandes no reconocen que, en realidad, el mundo no está en tu contra, sino que eres tú quien ha cometido un error o ha metido la pata. Hacía muchos años que no veíamos momentos como estos con Max. Sé que en 2021 eso pasó, pero no sé de dónde viene», afirmó el austríaco.

En un artículo escrito por Fabien Gaillard en Autosport, uno de los medios especializados más importantes del mundo, esta semana se critica fuertemente al piloto y se le apunta también a la F1 y a la FIA. “La F1 tiene un problema con Verstappen y sigue ignorándolo”, se titula la nota que hace hincapié en que “habiendo dejado impunes, o sancionando con indulgencia, una y otra vez las acciones de Max Verstappen, la FIA y la F1 no han hecho más que reforzar su estatus por encima de la ley”.

“Después de que su equipo le pidiera que dejara pasar a George Russell en el GP de España, Verstappen redujo la velocidad hasta que el piloto de Mercedes estuvo a su lado y luego reaceleró para impactar al piloto de las Flechas Plateadas. Nadie honesto puede creer que esto no fue deliberado; no hay duda al respecto, no hay matices posibles. Sin embargo, los comisarios lo manejaron imponiéndole a Verstappen una sanción similar a las que se aplican a los pilotos de buena fe que causan colisiones accidentales”, denuncia Gaillard.

En un extenso escrito publicado en el medio inglés, se recuerda que “Verstappen probó los frenos de Hamilton en un tenso GP de Arabia Saudí en 2021 -un intento descortés de sacar de la carrera a su rival por el título- y repetidamente saca a sus rivales de la pista, como Hamilton en el GP de Brasil de 2021 o Lando Norris en la carrera de México de 2024”.No le importa perder posiciones en el proceso, siempre y cuando su oponente pierda más. Algunos querrán considerar el incidente del GP de España como una simple pérdida de compostura, pero se suma a todos los episodios anteriores, en los que Verstappen no recibió las sanciones que merecía. Sin duda, el cuatro veces campeón del mundo, un atleta con una confianza innata, es consciente, más o menos conscientemente, de que cuando actúa así, nunca sale perdiendo”, concluye un durísimo escrito sobre el piloto de 27 años.





Fuente Clarin

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