Hay una mueca de sonrisa en el rostro de Franco Colapinto, pero también mucha frustración. Su paso por el Gran Premio de España, su tercera carrera desde que volvió a la Fórmula 1, no tuvo los cambios en el rendimiento que buscaba en el Alpine, que volvió a estar falto de ritmo y no le permitió competir de igual a igual. De todas formas, el cierre en el circuito de Montmeló le permitió tomarse una pequeña ‘revancha’ contra el francés Esteban Ocon (Haas), superándolo en la última vuelta y quedando en el puesto 15°, tres más adelante de donde había iniciado la novena carrera de la temporada.
«Lo que pasó no fue lo que queríamos. Una carrera muy complicada, con mucha degradación. Y yendo al aire sucio, creo que sufrían mucho las gomas. Fue una carrera larga, hay que trabajar para volver más fuertes y entender un poco qué es lo que pasó, cuál fue el problema grande de este fin de semana, en el que por momentos a veces íbamos más rápido y después perdíamos. Y no podíamos entender el por qué», analizó Colapinto, que hasta ahora hilvanó malos resultados, pero esperables para un auto que no rinde y todavía está tratando de conocer.
«Del viernes al sábado dimos un paso importante. Hoy nos costó mucho por diferentes factores que tenemos que entender mejor. Pero ese paso fue bueno y eso es lo más positivo. Tenemos que enfocarnos en eso», agregó sobre el fin de semana.
Pensando ya en la cita de Canadá, la próxima del calendario, afirmó: «Llego mucho más cómodo a un circuito que no conozco. Ya conociendo el auto, es un pasito adelante. Solo hay que tratar de entender esos momentos que nos están costando falta de ritmo. Hay trabajo por hacer. Ahora tenemos unos fines de semana para eso».