Los números fríos no admiten discusiones: Boca es el mejor equipo del Torneo Apertura. Domina la punta de la Zona A y está primero en la tabla anual. Si supera las instancias previas hasta llegar a la final del 1° de junio en Santiago del Estero, tendrá el beneficio de jugar en la Bombonera. Y el nivel del juego, al menos en los últimos dos partidos, está in crescendo. Fue muy buena la prestación colectiva en Córdoba y también, el segundo tiempo ante Estudiantes. Con nueve victorias en las últimas diez fechas, y con mayor descanso, es posible decir que llega mejor al Superclásico.
Claro que el domingo, a las 15.30 en el Monumental, será uno de esos partidos que interpelará el ciclo de Fernando Gago, independientemente de la cosecha de resultados. Y aunque no se trate de un mata-mata, tiene el sello de un duelo bisagra. La semifinal con Vélez en la Copa Argentina y el ida y vuelta ante Alianza Lima por la fase 3 de la Libertadores pusieron a prueba al equipo y fue eliminado. Hoy no está en juego la continuidad del entrenador, pero lo que suceda en Núñez será un impulso para afirmar el camino o una caída que puede generar complicaciones a futuro.
Bajo esta coyuntura, las preguntas tienen que ver con las armas de Boca para vencer a River. ¿Cuáles son sus mejores recursos?

Foto: Fernando de la Orden
Una formación con pocos retoques
“El equipo lo voy a definir a partir del martes”, dijo Gago en la conferencia de prensa. No obstante, en el horizonte no aparecen mayores dudas. Después del fracaso copero, cambió muy poco y encontró el once ideal. Lucas Blondel no funcionó contra Belgrano y por eso fue reemplazado a los 23 minutos del segundo tiempo por Luis Advíncula. El sábado, el peruano fue titular. ¿Quién jugará el domingo?
Blondel y Advíncula ofrecen características similares, son dos jugadores con mejor proyección que marca. De cualquier modo, en el funcionamiento colectivo el lateral más punzante es Lautaro Blanco. El rosarino es uno de los factores de desequilibrio con sus desbordes y centros. Puede resultar decisivo, sin dudas.
La regularidad del arquero y sus marcadores centrales
Se trata de un aspecto importante, sobre todo ante un adversario que empezó a mostrar una gran movilidad en ataque. Agustín Marchesín respondió cuando lo llamaron, mientras que Rodrigo Battaglia y Marcos Rojo no mostraron fisuras. Sin ir más lejos, es uno de los equipos que menos goles recibió (8, al igual que Rosario Central, San Lorenzo y Argentinos), detrás de River y Riestra (ambos con 7 encajados).

Carlos Palacios, un hombre clave
El chileno se mueve con libertades, más allá de que arranca como el viejo enganche, algo centrado. Detrás de Enzo Pérez, puede ser fundamental en la postura ofensiva de Boca. En Kevin Zenón, interno por la izquierda, encontró un gran socio. Tomás Belmonte será el volante de combate y Milton Delgado, la salida.
Desatar al juvenil del bloqueo rival es clave. Cuando tapan al chico de la Selección Sub 20, Boca sufre con el primer pase. Ander Herrera está tratando de llegar en la mejor forma al choque del domingo. Se lesionó el 31 de marzo. Con un desgarro en el cuádriceps derecho, el domingo estaría en los plazos estipulados para pegar la vuelta.
La contundencia a flor de piel
Boca solo no hizo goles en 3 de los 17 partidos disputados en 2025. Cosecha 29 (22 en el Torneo Apertura, 5 en la Copa Argentina y 2 en la frustrada Libertadores). El promedio es bueno (1,7). Los gritos están repartidos -en su mayoría- entre los delanteros (16). Y aunque su goleador es Miguel Merentiel (6), Gago lo relegó al banco.
El técnico explicó la posición del uruguayo ante Estudiantes, donde empezó a la izquierda, sin ningún tipo de gravitación, y terminó a la derecha en el complemento, sector en el que resultó la figura por su asistencia a Palacios en el primer gol y el grito propio, un bombazo de media distancia que liquidó el partido. ¿El técnico lo sostendrá ante River? Si se recupera Milton Giménez, ¿qué hará Pintita?
¿Y qué pasará con Edinson Cavani? Nadie puede dudar de la categoría del uruguayo, de quien Gago siempre destaca que tiene “más de 500 goles”. Sin embargo, apenas hizo dos en 2025 y su falta de contundencia se hizo carne de diván. ¿Le falta confianza en el área? Participa de las acciones más destacadas, como ocurrió hace dos semanas en Córdoba, pero falla cuando tiene que hacerse cargo de la responsabilidad de terminar las jugadas.

Foto: Fernando de la Orden
Aprovechar el segundo tiempo
Boca suele ser superior en los cuarenta y cinco minutos finales. Sortear la presión alta que ejercerá River en el comienzo será la primera escala en Núñez. El equipo dejó claro que no lo inquieta esperar y salir de contra hasta que pueda hacerse dueño de la pelota, como ocurrió ante Belgrano y Estudiantes.
El descanso
En ese sentido, hay un factor que puede resultar determinante. Boca jugó el sábado y llegará a Udaondo y Figueroa Alcorta con piernas frescas. River, en cambio, tendrá que jugar este miércoles ante Independiente del Valle en la altura de Quito. El desgaste del rival es un punto a favor. Administrar las cargas y lastimar en el momento que el adversario baja la guardia será estratégico.