Se avecina una tormenta en el mundo de la raqueta. La Asociación de Jugadores Profesionales de Tenis (PTPA), cofundada en 2019 por el legendario Novak Djokovic y el canadiense Vasek Pospisil, inició acciones legales contra los cuatro órganos rectores del tenis, la ATP, la WTA, la ITF y la ITIA (Agencia Internacional para la Integridad del Tenis), a los que acusa de operar como un «cartel» en un «sistema corrupto, ilegal y abusivo”, para «abusar, silenciar y explotar sistemáticamente a los jugadores, con el objetivo de obtener beneficios personales mediante un control monopolístico».

La demanda, que busca un juicio con jurado y fue presentada en tribunales de Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea, está firmada por doce tenistas, entre ellos Pospisil, Nick Kyrgios y Sorana Cirstea, y la PTPA, en representación de «toda la población de jugadores». El nombre de Djokovic, curiosamente, no aparece entre los demandantes, aunque el serbio es el rostro visible y la voz más pesada de la asociación desde su nacimiento.

«El tenis está roto», afirmó Ahmad Nassar, Director Ejecutivo de la PTPA, en el comunicado difundido por la organización. «Detrás del glamoroso barniz que promueven los demandados, los jugadores están atrapados en un sistema injusto que explota su talento, suprime sus ingresos y pone en peligro su salud y seguridad. Hemos agotado todas las opciones de reforma a través del diálogo, y los órganos de gobierno no nos han dejado otra opción que buscar la rendición de cuentas a través de los tribunales. Arreglar estos fallos sistémicos no consiste en perturbar el tenis, sino en salvarlo para las generaciones de jugadores y aficionados venideras».

La PTPA aseguró que sus acciones legales están respaldadas abrumadoramente por los 250 mejores jugadores masculinos y femeninos, incluida la mayoría de los top 20 de los dos circuitos. Y destacó que «buscan un sistema justo y transparente que dé prioridad a sus derechos, salud y seguridad por encima de la autoridad incontrolada de los órganos de gobierno del deporte, garantizando que reciban las mismas protecciones y oportunidades que los atletas profesionales de otros deportes mundiales».

En el texto que compartió en sus redes sociales, la organización encabezada por el ganador de 24 Grand Slams y uno de los mejores de todos los tiempos hizo un punteo de las prácticas anticompetitivas, «draconianas» y abusivas, que persisten desde hace décadas y que quiere cambiar.

Uno de los reclamos más importantes tiene que ver con lo económico. La PTPA aseguró que la ATP, la WTA y la ITF se «confabulan para limitar los premios en metálico que conceden los torneos y la capacidad de los jugadores para ganar dinero fuera de las canchas».

Según la asociación demandante, más de dos mil millones de personas de 200 países vieron partidos de tenis profesional el año pasado, lo que se tradujo en un ingreso enrome de dinero para los entes que rigen los circuitos. «A los tenistas se les paga sólo el 17% de los ingresos, en comparación con otros deportes como el golf, el baloncesto y el fútbol americano, que oscilan entre el 35 y el 50, aproximadamente», señaló, destacando un reclamo que viene desde hace varios años.

Afirmó que las organizaciones demandadas -que aún respondieron públicamente a las acciones de la PTPA- «imponen un sistema draconiano de puntos de clasificación, que dicta en qué torneos pueden competir los jugadores, cuánta compensación ganan y si reciben determinadas oportunidades de patrocinio. Y aleja a los tenistas de cualquier evento alternativo que pudiera existir en un mercado libre». Y los obligan a ceder sus derechos de nombre e imagen a cambio de una compensación nula, «lo que permite a los organismos rectores lucrarse con sus identidades al tiempo que les impiden conseguir determinados sponsors independientes».

Además, la PTPA señaló el «desprecio por los jugadores», quienes deben cumplir con un «calendario insostenible» que se prolonga durante 11 meses, dejando poco o ningún margen para el descanso y la recuperación. Y recordó algunas de las duras condiciones que enfrentaron en 2024.

«Los tenistas se vieron obligados a competir bajo un calor de 100° Fahrenheit (unos 38° C), a soportar partidos que terminaban a las 3 de la madrugada y a jugar con pelotas de tenis diferentes cada semana, lo que provocó lesiones crónicas en muñecas, codos y hombros. A los jugadores se les dice que eso es lo que conlleva el privilegio de ser tenista profesional», explicó en el comunicado.

"Ningún otro deporte importante trata a sus atletas como nos tratan a nosotros", afirmó Pospisil, uno de los fundadores de la PTPA. Foto EFE/EPA/ABIR SULTAN«Ningún otro deporte importante trata a sus atletas como nos tratan a nosotros», afirmó Pospisil, uno de los fundadores de la PTPA. Foto EFE/EPA/ABIR SULTAN

El caso del francés Arthur Cazaux, quien en la pasada edición del Masters 1000 de Miami, se desmayó en la cancha bajo un calor extremo, se vio obligado a retirarse del partido y pasó una noche en el hospital recuperándose, sirvió para contextualizar ese reclamo.

Finalmente, denunció la violación el derecho a la intimidad, que sufren en torneo al sistema de controles de dopaje.

«Los jugadores son sometidos a registros invasivos de sus dispositivos personales, a controles de drogas aleatorios en mitad de la noche y a interrogatorios sin representación legal. La ITIA ha suspendido a jugadores sin el debido proceso basándose en pruebas endebles o inventadas. Los teléfonos de los jugadores son confiscados y registrados sin su consentimiento, una grave invasión de la privacidad que viola la ley y demuestra aún más el dominio que los demandados tienen sobre el mercado», aseguró.

«No se trata sólo de dinero, sino de justicia, seguridad y dignidad humana básica. Las acciones legales emprendidas hoy pretenden arreglar el tenis para los jugadores de hoy y las generaciones futuras. Yo soy uno de los jugadores más afortunados y, al principio de mi carrera, tuve que dormir en mi auto al viajar a partidos. Imaginen a un jugador de la NFL al que le dijeran que tiene que dormir en su coche en un partido de visitante. Es absurdo y, obviamente, jamás ocurriría. Ningún otro deporte importante trata así a sus atletas. Ha llegado la hora de la responsabilidad, de una reforma real y de un sistema que proteja y dé poder a los jugadores. Todas las partes interesadas merecen un deporte que funcione con justicia e integridad», reflexionó Pospisil.

«Basta ya. Es momento de arreglar el tenis», afirmó la PTPA en sus redes y avisó que se vendrán meses agitados en el mundo de la raqueta.





Fuente Clarin

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