Zheng Qinwen se transformó en una estrella del tenis casi de la noche a la mañana. Aunque comenzó a llamar la atención a poco de hacer su debut en el WTA Tour en 2021, su enorme temporada 2024 y especialmente su histórica consagración en el singles de los Juegos Olímpicos de París la convirtieron en una sensación del deporte y en la nueva favorita de las marcas. No sólo es una de las mejores jugadoras -está novena en el ranking-, sino también una de las atletas mejor pagadas del mundo.

Nacida hace 22 años en Shiyan, prefectura de Hubei, la china embolsó el año pasado 14,2 millones de dólares por patrocinios con marcas que abarcan una amplia gama de sectores, desde deportes hasta productos de lujo, cosméticos y empresas financieras. Bastante más que los 5,5 que había facturado en 2023.

De acuerdo a la revista Forbes, fue junto a la japonesa Naomi Osaka la tercera deportista que más dinero recibió de sus sponsors, detrás de la esquiadora china Eileen Gu (20,8 millones), nacida en Estados Unidos, y de la tenista estadounidense Coco Gauff (19,9). El año anterior había ocupado el 15° lugar en esa lista.

¿Cuánto acumuló la temporada pasada en premios por sus actuaciones dentro de la cancha? «Apenas» 5,6 millones. Y lleva ganados unos 8,5 millones en su carrera.

Zheng protagonizó una de las últimas campañas de Nike. Foto @nikewomenZheng protagonizó una de las últimas campañas de Nike. Foto @nikewomen

Zheng, representada por la agencia IMG, tiene vínculos comerciales con varios titanes del mercado. Entre sus sponsors figuran Nike y Wilson, que le provee sus raquetas. También la prestigiosa marca de relojes Rolex, McDonald’s, Weibo (sitio chino de redes sociales, similar a Facebook), la billetera virtual Alipay y Tencent Holdings, una multinacional de tecnología, inversión y entretenimientos.

A principios del año pasado se asoció con Gatorade como embajadora en su país. En noviembre se convirtió en el nuevo rostro de Audi en China. Y en enero renovó su vínculo con Ant Group, plataforma del grupo chino Alibaba que ofrece servicios financieros y digitales y que la acompaña desde 2022.

Dueña de una belleza exótica, simpática y extrovertida, su salto a la fama llamó también la atención de gigantes de la moda, que confían en su potencial para impactar no solo en el mercado asiático, sino también en el estadounidense y el mundial.

Zheng fue la segunda deportista en firmar con Lancome. Foto TwitterZheng fue la segunda deportista en firmar con Lancome. Foto Twitter

Queenwen («Reina Wen», como la apodan, haciendo un juego de palabras con su nombre) ya fue varias veces tapas de las ediciones chinas de las revistas GQ y Vogue. Hace poco menos de un año se transformó en embajadora de Lancome. Fue apenas la segunda deportista en asociarse a esa reconocida marca de maquillaje, cuidado de la piel y perfumes, después de la polaca Iga Swiatek, ex número 1 de la WTA y ganadora de cinco títulos de Grand Slam.

Y en enero, mientras se preparaba para disputar el primer Grand Slam de 2025, anunció su vínculo con Dior, que la eligió, según algunas versiones, para reemplazar a Emma Raducanu. La británica, quien firmó con esa marca tras su sorpresiva coronación en el Abierto de Estados Unidos de 2021 con solo 18 años, lleva varias campañas sin buenos resultados deportivos, como consecuencia de problemas de salud mental y físicos. Y la lujosa casa de moda francesa vio en Zheng un nuevo y vibrante rostro, que con su «espíritu dinámico, encarna la elegancia y la audacia del estilo Dior».

Según varios informes no oficiales -después de todo, los números de las sociedades entre atletas y marcas suelen mantenerse en privado-, los nuevos contratos que firmó la china en el arranque de esta temporada permiten proyectar sus ingresos por patrocinio para 2025 en cerca de 30 millones de dólares, lo que la convertiría en la deportista mejor pagada del planeta.

«Mi prioridad es siempre rendir bien dentro de la cancha. Pero si llega una oportunidad como esta…», reflexionó tras ser presentada como embajadora global de Dior. «Es también parte del trabajo. Aunque a veces realmente me siento una afortunada», aseguró Zheng, el nuevo fenómeno marketinero del mundo del tenis.

Un crecimiento deportivo meteórico

La transformación de Zheng Qinwen de tenista a superestrella internacional se dio de la mano de una meteórica evolución deportiva y del salto de calidad que pegó cuando a principios del año pasado volvió a trabajar con el español Pere Riba, quien había sido su entrenador durante algunos meses en 2021.

Junto al ex 65° de la ATP, la china vivió un 2024 inolvidable, en el que conquistó dos títulos: el WTA 500 de Tokio y el 250 de Palermo; fue finalista en el Abierto de Australia (su primera vez en esa instancia en un Grand Slam) y en las WTA Finals; llegó a ocupar el puesto número 5 del ranking mundial; y se colgó el histórico oro en París, donde se convirtió en la primera tenista de su país en ganar una medalla olímpica en singles.

En su Shiyan natal, Zheng probó varios deportes, incentivada por sus padres. Pero cuando tenía 6 años vio en vivo un partido de Roger Federer, uno de sus grandes ídolos, en la cita olímpica de Beijing 2008 y se enamoró del tenis.

En 2014, cuando su familia tomó consciencia de su potencial, se mudó a la capital china para entrenar con el argentino Carlos Rodríguez, quien había sido uno de los grandes responsables de la consagración de Li Na, su principal referente en el tenis, en Melbourne a principios de esa temporada. Y en 2019, decidida a darle un empujón más a su tenis, caracterizado por un gran saque, un potente drive y un juego sólido y dinámico desde el fondo de cancha, se instaló en Barcelona, donde conoció a Riba.

Su viaje en el profesionalismo comenzó tras una etapa junior en la que alcanzó el sexto escalón de la clasificación de la ITF y fue semifinalista en Roland Garros y en el US Open, todo en 2019.

En 2021 debutó con un batacazo en el circuito WTA, cuando se metió en el cuadro principal de Palermo desde la clasificación y bajó en la primera ronda a la rusa Liudmila Samsonova, segunda favorita. Fue un aviso de lo que vendría.

Zheng fue la primera tenista china en ganar una medalla olímpica en singles. Foto @ITFTennisZheng fue la primera tenista china en ganar una medalla olímpica en singles. Foto @ITFTennis

En 2022 jugó su primera final (en Tokio), rompió la barrera del top 100 (arrancó 126ª y finalizó 28ª) y fue elegida por la WTA como la «Revelación del año». En 2023 inauguró su palmarés en el 250 de Palermo y festejó también en el 500 de Zhengzhou. Terminó la temporada 15ª en el ranking y con el premio al «Mejor Progreso del año».

Y tras reanudar la sociedad con Riba, que en 2023 llevó a Gauff a ganar su primer Grand Slam en Nueva York, vivió en 2024 el mejor año de su carrera.

Sin su entrenador a su lado, porque el español se sometió a una cirugía y no pudo acompañarla en los primeros meses del año, no tuvo un buen arranque en la presente temporada. Cayó en la segunda ronda de Australia y luego hilvanó derrotas en los debuts en los WTA 1000 de Doha y Dubai. Pero el regreso de Riba parece haberle dado nueva energía a Zheng, que se reencontró con su mejor nivel en Indian Wells.

Octava favorita, le ganó a la bielorrusa Victoria Azarenka en la segunda ronda y venció a la neozelandesa Lulu Sun para meterse en octavos, en ambos casos sin ceder sets. Y cerca de la medianoche argentina de este martes, chocará con la ucraniana Marta Kostyuk (18ª) con el objetivo de dar un paso más en el desierto californiano.



Fuente Clarin

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