El mal manejo que el empresario Foster Gillett demostró en los casos de Valentín Gómez y Rodrigo Villagra tiene su primera consecuencia. River denunció este martes penalmente por los delitos de «estafa y defraudación» al estadounidense y su apoderado en Argentina Guillermo Tofoni por la frustrada rescisión contractual del mediocampista, que ya fue presentado en el CSKA de Rusia. El club de Núñez esgrimió que “la maniobra desplegada por los empresarios causó graves perjuicios» a su patrimonio y consideró que existió «desbaratamiento de derechos acordados».

La denuncia fue formulada por el apoderado de River, Julio Peña Estrada, quien también incluyó a Juan Manuel Cobián -que figura en uno de los documentos como CEO del grupo Gillett- y aquellos que «hayan prestado su concurso o colaboración como instigadores, partícipes necesarios, cómplices o encubridores en los delitos». En el club ‘millonario’ consideran que hay elementos para una investigación y ponen en manos de la Justicia los hechos.

Por eso, dentro de la denuncia, también pidió a la Justicia -que este miércoles definirá el juzgado a cargo- un «allanamiento de forma urgente» a las oficinas de Tofoni, en la Ciudad de Buenos Aires y el partido bonaerense de San Martín, con el objeto de obtener la información de la operatoria referente a Villagra, con «el secuestro de documentación escrita, minutas, legajos, computadoras, notebooks, tablets, I-Pad y todo otro elemento tecnológico».

Todo comenzó la noche del martes 28 de enero pasado, cuando la noticia sorprendió al fútbol argentino. Inesperadamente, el Millonario estaba cerca de cerrar la salida del ex-Talleres por una cifra cercana a los 10 millones de dólares, luego de una pretemporada y unas primeras fechas del Torneo Apertura en las que no había sumado minutos. Este acuerdo había sido de palabra, pero River argumenta ahora que recibió «dos propuestas por escrito».

La negociación fue por el pago de la cláusula de rescisión, que iba a ejecutar el propio Villagra con dinero que aportaría Foster Gillett. Todo se cerró de la noche a la mañana e inmediatamente el cordobés dejó de entrenarse con el plantel y la dirigencia comenzó a negociar la llegada de Kevin Castaño, que recién se cristalizó este mismo martes por la mañana.

Después de más de un mes de incertidumbre y sin saber dónde estaba Gillett para ejecutar el pago -tal como ocurrió con Valentín Gómez en Vélez-, Villagra tuvo que seguir entrenando por su cuenta.

La salida que encontró River para su futbolista fue uno de los pocos mercados que se mantenía abierto: Rusia. De hecho, la semana pasada llegó a Moscú para sumarse al CSKA.

El empresario estadounidense prometió ‘revolucionar’ el fútbol argentino con su desembarco en Estudiantes de La Plata promoviendo la aplicación de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), suspendidas por el estatuto de AFA y la Justicia.

Gillett, recibido con bombos y platillos por una parte del Gobierno nacional, principalmente el secretario de Deportes y Turismo, Daniel Scioli, y la diputada nacional por La Libertad Avanza Juliana Santillán, pareja del empresario Tofoni, íntimamente relacionado con el fútbol y en conflicto de larga data con la AFA por el vínculo roto con su empresa ‘World Eleven’.



Fuente Clarin

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