El 14 de marzo de 2018 es una de las fechas que más se recuerdan en Núñez. Ese día, River le ganó la final de la Supercopa Argentina a Boca en Mendoza. Y para Franco Armani siempre será una jornada muy especial porque esa noche en el Malvinas Argentinas obtuvo su primer título como futbolista del Millonario. Seis años después, el santafesino consiguió su décimo título en el club, alcanzó los 26 en su carrera, se consolidó como el arquero argentino más ganador de la historia y se metió en el top five de los guardametas con más títulos en el mundo.
Luego de levantar la Supercopa por tercera vez como guardián del arco de River, la primera con la cinta de capitán, Armani se metió en un grupo selecto. Con los 26 galardones de su carrera, igualó a Edwin Van der Sar, de Países Bajos, mítico potero del Manchester United y de la selección de su país, pero que ya colgó los guantes y al costarricense Keylor Navas, con pasado en Real Madrid y actualidad en el París Saint Germain.
Por encima de Armani se encuentran el portugués Vitor Baia, quien lidera con 35, el alemán Manuel Neuer, que ostenta 32, el italiano Gianluigi Buffon, con 28, y el español Iker Casillas, con 27. De todos ellos, el único que sigue en actividad es Neuer, quien defiende el arco del Bayern Múnich.
Armani consiguió este logro gracias a los 13 títulos (Copa Libertadores, Recopa Sudamericana, seis veces la Liga de Colombia, tres la Copa Colombia y dos veces la Superliga) que levantó en su etapa en Atlético Nacional de Colombia, en donde se forjó como ídolo de la institución, los diez con River (Copa Libertadores, 2 Liga Profesional, tres veces la Supercopa Argentina, una Copa Argentina, 2 Trofeo de Campeones y la Recopa Sudamericana) con River (7 en el ciclo de Marcelo Gallardo y 3 en el de Martín Demichelis) y los otros tres que ostenta con la Selección: Mundial, Copa América 2021 y Finalissima.
Además, con estos números, el casildense de 37 años se permite seguir ganando lugar entre los futbolistas argentinos con más consagraciones. Si bien está lejos de los primeros puestos, acaba de desplazar a Esteban Cambiasso, Javier Mascherano y Alfredo Di Stéfano, que tenían 25. Por delante quedan Lucho González y Carlos Tevez, ambos con 29, Ángel Di María (33) y Lionel Messi (43).
Armani vive un gran momento otra vez. Y proyecta ganar más títulos este año para seguir agrandando su vitrina personal. Tiene contrato hasta fin de año con River, pero su idea, en principio, es renovarlo para seguir parado bajo “el arco más grande del mundo”, como lo definió Amadeo Carrizo.
Para el “Chili”, así lo apodaban cuando era chico, en su Casilda natal, llegar hasta donde llegó no le fue fácil. Tras no ser tenido en cuenta en Estudiantes de La Plata y un breve paso por Ferro, llegó a Deportivo Merlo, donde pudo lograr continuidad. En el equipo del Oeste del Gran Buenos Aires fue figura en la B Metropolitana y consiguió el ascenso a la B Nacional. Y luego llegó un desafío muy importante: Nacional de Medellín se fijó en él y se lo llevó a Colombia.
Sin embargo, la estadía en el país cafetero no era fácil para el arquero argentino. Prácticamente no jugaba, tuvo una lesión ligamentaria y creyó que el mundo se le venía abajo. Pensó en regresar al país, pero se aferró a su fe y comenzó a concurrir a una iglesia.
Allí conoció a una persona que lo llevó para que hable con una médium, un hecho que marcó para siempre su vida y su carrera. «Un conocido me llevó a ver una señora que era canalizadora de ángeles. Ella tuvo una conexión con mi abuela fallecida y me dijo que yo iba a alcanzar la plenitud en mi carrera llegando a los 30 años. Y bueno, fue así», reconoció el futbolista en varias entrevistas.
Esa experiencia sobrenatural caló hondo en Armani, quien al poco tiempo comenzó a hacerse dueño del arco de Atlético Nacional. Se convirtió en ídolo y la profecía de su abuela se cumplió: antes de llegar a esa edad ganó la Copa Libertadores y pasó a ser considerado uno de los mejores en su puesto en el continente.
Luego, Marcelo Gallardo puso los ojos en él y lo trajo a River. Y por su magnífica actuación en el club de Núñez, desembarcó en la Selección, con la que fue campeón del mundo y de la que todavía sigue formando parte del plantel que conduce Lionel Scaloni.
A seis años de su primer título en River, en aquella final con Boca en Mendoza, de la que para Clarín fue figura (con 9 puntos), Armani sigue festejando. Otra vez, una Supercopa. La rueda sigue girando y las medallas se le acumulan para continuar haciendo historia.