Mientras Chubut se reubicaba en el mapa de la Argentina por los fondos que el Gobierno Nacional intentó recortarle, Shunsuke Murakami amoldaba sus sueños: al huso horario argentino y al de ser futbolista en en esta tierra. Llegó al país tras una temporada en el ascenso de Australia con un propósito: “triunfar en el fútbol de Sudamérica”.

Murakami es japonés, tiene 23 años y juega como marcador de punta derecha. Así lo hizo en el Heidelberg United, con cinco partidos del torneo de la National Premier League – Victoria, y dos de la Copa de Australia, todos como titular.

Llegó a Rawson con una valija y el pase en su poder, mentalizado en lo que se jugaba: en Germinal lo esperaban para una serie de pruebas para evaluarlo como posible refuerzo para el Federal A de este año. Sus hermanos, él es el del medio, jugaron fútbol pero nunca de manera profesional y Shunsuke es el único de su familia que se dedicó a la pelota.

La lejanía con su país, el hervidero de Chubut por cuestiones de coparticipación y la promesa de que ni una gota de petróleo saldría del territorio, aspectos que difícilmente Murakami captó, permitan prejuzgar una soledad a la altura de la de los personajes de Bill Murray y Scarlett Johansson en “Perdidos en Tokio”.

– ¿Cómo estás Shunsuke, cómo te sentís?

– Todo piola, todo piola.

Murakami es marcador de punta derecha y llegó tras una temporada en el ascenso de Australia.Murakami es marcador de punta derecha y llegó tras una temporada en el ascenso de Australia.

Al parecer, Murakami no tiene problemas de adaptación. En una charla vía Whatsapp con Clarín, el “todo piola” es una de las pocas palabras que no llegan en inglés. Ese, por ahora, es el idioma con el que se maneja aunque estudia “español”. El argot sale del vestuario. “Tengo problemas con mi español, pero mis compañeros argentinos son todos muy amables y siempre están dispuestos a ayudarme. ¡Y siempre me invitan yerba mate! ja ja”

¿Cómo llegó un japonés a Germinal para el Federal A? Técnicamente es una gestión de Damián Escudero, aquel mediocampista de Vélez y Boca, entre otros, que tras su retiro está dedicado a la representación de jugadores.

Si bien todavía no firmó contrato, en su periodo a prueba, Shunsuke ya levantó un trofeo: la Copa de Verano «Ciudad de Trelew» organizada por Independiente de esa ciudad, una prueba de fuego en la que fue titular en semifinales -metió un gol- y entró como suplente en la final.

“Estoy feliz de haber marcado un gol. Fue agradable mostrar algo bueno en mi primer juego en El Verde”, cuenta en inglés excepto cuando dice “El Verde”. De todos sus objetivos, el primero es ponerle la firma a su contrato. El de máxima es construir una carrera lejana, que lo deposite en el seleccionado de su país. Pero para ese tránsito, tiene otras expectativas: “Quiero ascender con Germinal, tratar de ser el número uno y aumentar mi valor personal”. Tomá.

Para Murakami no hay un abismo entre el fútbol de la Liga Profesional y el Federal A. Este año, Germinal será -de los 38 equipos divididos en cuatro zonas- el equipo que más kilómetros deberá recorrer en la primera fase: 15.722 para medirse con otros nueve equipos, entre ellos Olimpo de Bahía Blanca o Kimberley de Mar del Plata. La distancia más corta que recorrerá el equipo de Chubut para llegar a la cancha de su rival, será de 506 kilómetros y de 1190, la más extensa. Quizás no sepa que la mayoría de esos viajes serán en micro. O tal vez sí, y no le importe.

Shunsuke Murakami en acción: está a prueba en Germinal y jugó en la Copa Ciudad de Rawson.Shunsuke Murakami en acción: está a prueba en Germinal y jugó en la Copa Ciudad de Rawson.

“Quiero jugar frente a una gran multitud, entretener al público y hacer feliz a mi familia con el fútbol. El público aquí también es fascinante. Desde pequeño soñé con ser futbolista profesional y estoy agradecido y muy emocionado de poder firmar un contrato profesional en Sudamérica, lugar que veo por televisión desde niño. También vi un video documental sobre la historia de Boca ¡y solía ver muchos videos de Diego Maradona!”, cuenta y se atropella con lo que le gusta, lo que le gustaría y lo que quiere.

En su niñez, en Japón, solía ir a los partidos del FC Tokio de su ciudad natal. Por lo que vio aquí, cree que sus compañeros “tienen un conocimiento muy alto del fútbol” y asegura que “son capaces de mejorarse mutuamente en los entrenamientos”. Cree que el modo de entrenamiento es distinto a lo que conoce. No por lo físico, de hecho Murakami es profesor de educación física –“me recibí, pero nunca ejercí, quiero ser futbolista”, remarca-, sino por los conceptos que capta.

“Además de aprender saludos en español, entendí terminología futbolística”, amplía y sin quererlo da cuenta de cómo el fútbol también se deconstruyó: a diferencia del primer japonés del fútbol argentino, Yasushi Kawakami, o el más marketinero, Naohiro Takahara, nadie lo apodó “Ponja” o cuestiones por el estilo. “Acá en el club todos me llaman Shun o Mura”, cuenta, algo extrañado por la pregunta y en un proceso de “argentinización” acelerado.

-Contaste que te convidaban mate: ¿Te gusta?

-La yerba mate es muy saludable y me gusta el sabor… pero más me gusta el asado.

«Asado», claro, en castellano y junto a un emoji que refuerza el asunto. La primera fecha del Federal A para Germinal será como local. El 24 de marzo recibirá a Círculo Deportivo de Otamendi, El Papero, y ese día ya está marcado en la agenda de Murakami como el primer paso de su sueño sudamericano.



Fuente Clarin

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