Sin prisa y con pausas. Como en sus mejores tiempos con la 10 en el campo de juego, dando pasos tranquilos y firmes, 15 minutos pasados de las 12 del mediodía, Marcelo Gallardo abrió la puerta de la sala de prensa y, vestido con ropa de entrenamiento, inmediatamente se sentó para dar comienzo a una conferencia en el RiverCamp de Ezeiza que duró 50 minutos. El Muñeco se mostró renovado y con la sensación de que este inicio de 2025, que oficialmente arrancará este sábado ante Platense por el torneo local, puede ser el puntapié inicial para construir “nuevas historias lindas” para el club.

Gallardo es feliz en River. Y su sentimiento fue clave para convencer a los futbolistas que llegaron desde Europa y otras ligas del exterior y armar un plantel de lujo. Ante la pregunta de Clarín acerca de si sentía que esto se trataba de un logro, dado que ese tipo de jugadores muchas veces se espantan por las dificultades del país y la desorganización del fútbol argentino, el laureado entrenador expresó: «Sí, lo siento como un logro. No es fácil cuando estás afuera volver a la Argentina. Para mí, desde mi sentimiento, me gusta estar acá porque quiero a mi país, porque River es todo. Si yo no sintiera eso, ¿cómo hago para convencer a los jugadores de volver si a la primera de cambio me quiero ir a otro lugar? Estoy acá porque quiero estar y quiero estar mucho tiempo. Cuando hablo con ellos les digo que vamos a hacer algo bueno. Estamos en condiciones para hacer algo bueno”.

El técnico de River también dio otro de los motivos que a los jugadores de afuera los movilizan a volver y tiene que ver con una cuestión desde las entrañas riverplatenses: «Ahora se naturaliza que vayan 85 mil personas al Monumental sin importar ni el día ni el rival. Y no es normal. No pasa en ningún lado del mundo. Ese clima que se vive con el hincha también seduce a los jugadores a elegir venir”.

Y si Gallardo siente que se puede hacer algo bueno es porque pudo conformar el mejor plantel posible, con la llegada de refuerzos de calidad y jerarquía. “Estamos muy contentos con el mercado que hicimos, con el trabajo que hicimos para que eso sucediera. Nos dio la posibilidad de iniciar la pretemporada con cinco de esos siete refuerzos que llegaron y ganamos tiempo. Tenemos la chance de sumar uno más en estas horas (Lucas Esquivel) y después estamos con muchas expectativas de tener la posibilidad de generar una nueva construcción para competir, con muchos desafíos por jugar”, afirmó el Muñeco.

Y siguió: “Fue un mercado en el que tuvimos bien marcadas las situaciones que debíamos encarar, con los jugadores que debíamos apuntar. Se dio todo como para que el club tenga la chance de apostar a este plantel y tener un plantel para competir de buena manera. Logramos repatriar jugadores de mucho sentido de pertenencia, a los que conozco bien, están en muy buena edad, entonces hay buena energía y confianza en que se transforme en un buen funcionamiento. Tener el mejor plantel posible para tener el mejor equipo que posible. Eso es lo que tratamos de generar en este tiempo”.

Mucho se habló en agosto, cuando Gallardo volvió, acerca de si el hombre de la estatua exponía los laureles conseguidos durante su exitoso primer ciclo al regresar tan rápido a la dirección técnica de River, menos de dos años después de su salida. También hoy hay voces que remarcan la obligación que la millonaria inversión en el mercado de pases le genera al DT de 49 años. Sin embargo, el oriundo de Merlo no cree que así sea y deja en claro lo que él siente.

No creo que tenga más obligación o me juegue el prestigio por el mercado de pases que hicimos. No estoy sentado por lo que ha pasado, sino porque quiero estar y por las exigencias que tengo conmigo mismo y las exigencias que tiene este club. Yo las naturalizo. No tengo miedo a perder el prestigio, a esas cosas, se lo que representa este club y trato de hacer mi trabajo de la mejor manera posible. Desde ese lugar me siento muy completo. El año pasado fue muy duro en lo personal. También llegué en un momento de exigencia sabiendo lo que estaba en juego y nunca dudé, más allá de mi momento. Cuando vos tomás las cosas con naturalidad lo demás está relacionado a la pasión y a la forma de trabajar. Yo soy así. Me movilizo con las energías. Y este año tiene una renovación de energías. Estoy ilusionado y tengo sensaciones lindas de que se puede armar una reestructuración. Estamos convencidos hacia dónde queremos ir y de qué manera lo queremos hacer”.

Gallardo también regaló sonrisas en algunas respuestas y hasta tiró flores. Como a Gonzalo Montiel, uno de sus jugadores mimados, al que logró repatriar. “Hay futbolistas que han pasado durante muchos años en nuestra gestión y con los que nos sentimos identificados, y Gonzalo (Montiel) es uno de ellos. Hoy se da la posibilidad de repatriarlo, pero creo que es un símbolo de la representación, no solo para River, sino para el fútbol argentino. Pateó el último penal que dio la Copa del Mundo a nuestro país. Representa mucho en lo simbólico. Sin embargo, lo vas a cruzar acá y pareciera que para él eso no hubiese sucedido. Es humildad y representa lo que queremos. Y una inmensa mentalidad para ganar dentro de la cancha. Esos jugadores me representan. Tanto él como otros que llegaron tienen eso, y para nosotros es buenísimo. Para nosotros y el fútbol argentino. Por eso se da esa revolución. No se da eso todos los días”, elogió.

También, a Enzo Pérez, de quien comentó porqué lo trajo de nuevo: “Primero por su actualidad. Tal cual se lo dije a él. No hago obra de beneficencia. Jugó un montón de partidos el año pasado, y teniendo 38 años. Segundo, porque lo conozco y sé lo que puede dar. Tercero, por la ascendencia que tiene en el mundo riverplatense, que considero que es importante. Después, él va a competir como todos”.

Y hasta el recuperado Miguel Borja recibió buenas consideraciones: “Vino muy enfocado y se lo ve muy bien. Estamos muy contentos con su preparación y voluntad de ponerse en su mejor versión”.

¿Gestionar un plantel con tantos jugadores de peso? “No es complicado cuando los mensajes son claros y los jugadores lo entienden y lo asumen. Vamos a tener un plantel con 30 o 32 futbolistas, donde van a jugar 11, otros irán al banco de suplentes y varios estarán en la tribuna. Reglas claras. Los que juegan es porque se lo ganan, los del banco es porque están para entrar y los que se quedan afuera es porque tienen que hacer méritos. Y si no están cómodos, la puerta está abierta, que nadie se quede porque está cómodo”.

Gallardo recuperó la energía. “Me siento muy completo. El año pasado fue muy duro en lo personal. Llegué en un momento al club de mucha exigencia, sabiendo lo que estaba en juego, y nunca dudé”, afirmó. Ahora, con un plantel de primer nivel, va por más.





Fuente Clarin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *