Franco Armani llevaba tiempo sin ser determinante para River. El arquero de 38 años brilló en La Plata para que el equipo de Marcelo Gallardo pudiera festejar ante Estudiantes y dar un paso clave para la clasificación a la Copa Libertadores 2025, al cabo, el único objetivo que le quedaba en un año para el olvido tras la eliminación ante Boca en la Copa de la Liga, frente a Temperley en Copa Argentina y frente a Atlético Mineiro en la Copa Libertadores.
En UNO, el local tuvo un inicio frenético y en los primeros minutos pasó por arriba al visitante. Pero chocó con Armani. Iban apenas 30 segundos cuando el arquero le ahogó el grito a Tiago Palacios que cabeceó en una posición inmejorable para abrir el marcador. Y enseguida, cuando River todavía no hacía pie, le contuvo un mano a mano al colombiano Alexis Manyoma, que se había filtrado al área por la derecha. Apenas un minuto de juego.
El arquero nacido en Casilda, Santa Fe, fue clave en el primer tiempo para sostener el cero en su arco. Y tras atravesar el momento sofocante, River pudo hacer su juego y ponerse 2-0 con los goles de Facundo Colidio y Maxi Meza.
«Lo importante de hoy era ganar, ganar. Después de lo que había pasado en Mendoza. Lo hicimos bien en el primer tiempo, por momentos supimos administrar la pelota. Quiero destacar que defendimos muy bien. A seguir, la idea es seguir sumando de acá hasta el final«, dijo tras su gesta.
Sin embargo, lo del equipo de Gallardo fue un rato de inspiración. El resto del partido lo sufrió. Pero tuvo a Armani. A los 28, tras un error de Daniel Zabala, Tiago Palacios quedó solo en el área con la pelota. Pateó de zurda y Armani le sacó el gol con la pierna. En el rebote, el volante de Estudiantes marcó el descuento, pero después el árbitro Ariel Penel anuló el tanto a instancias del VAR por una mano. Además, el arquero estuvo seguro cuando lo probaron desde afuera del área: primero Palacios y después Eric Meza.
En el complemento, Armani otra vez fue clave. Poco pudo hacer en el gol de Guido Carrillo, que conectó un centro por el segundo palo. Pero fue apenas el único lunar para el arquero en una actuación sobresaliente. Porque minutos después le tapó el empate al propio Carrillo.
Pero el punto culminante de la jornada para el Pulpo fue a los 21 minutos cuando Penel cobró un penal para Estudiantes por una mano de Franco Mastantuono. Carrillo fue el encargado de ejecutar la pena máxima y lo hizo con un remate fuerte, rasante y al medio. Pero Armani, astuto, dejó el pie y salvó las papas cuando el horno estaba caliente.
Y para coronar su noche -casi- perfecta, le negó el gol a Manyoma que se fue solo después de un pase errático y horrible de Nacho Fernández. Armani lo esperó al colombiano, que se la quiso picar en vez de buscar una gambeta y el arquero se lo comió. Después, dio seguridad en el juego aéreo y se quedó con un cabezazo débil de Carrillo para bajarle la persiana al partido.
Armani, que sobre el cierre se ganó la amarilla por hacer tiempo, tapó su décimo penal con el buzo de River. En total, le patearon 68 (56 fueron gol y 2 desviados). En este 2024, es el segundo que ataja. Había atrapado uno frente a Excursionistas (a Leonel Barrios, en el triunfo por 3-0) por la Copa Argentina, en febrero. Y por el mismo torneo, en la definición por penales ante Temperley, le marcaron cinco y solo uno se fue desviado. En el año, en total, le patearon 12, seis de ellos en tiempo regular: atajó 2 y le marcaron 4.
«Tenemos que corregir muchas cosas, el rival puede llegar y hace méritos. Hoy estuvimos firmes en defensa», cerró el arquero.