La imagen del técnico del Manchester City, Pep Guardiola, con su cabeza rapada llena de arañazos después de que su equipo empatara un partido que iba ganando 3-0 di vueltas al mundo. Y sus dichos en la conferencia de prensa no hicieron más que agregarle polémica a la situación: «Con los dedos, con las uñas… quiero hacerme daño«.
No soplan vientos favorables para el City, campeón de Europa 2023. Tras cinco derrotas consecutivas, el equipo celeste dejó escapar la victoria a pesar de que en el minuto 74 vencía por 3-0 en el Etihad al Feyenoord, en el partido de la quinta jornada de la Liga de Campeones.
Doloroso empate que se reflejó físicamente en la cabeza del técnico catalán. Se presentó en la rueda de prensa con la cabeza llena de arañazos, lo que despertó en la sala de prensa la curiosidad de los periodistas.
El episodio fue tan resonante que llamó la atención de la prensa y de los especialistas. Por eso, Enric Armengou, profesor de psiquiatría de la Universidad Abat CEU de Barcelona, fue consultado por las heridas de Pep.
«Fue un episodio puntual, no producto de una tendencia»
Según el especialista, el técnico de los citizens debe controlar más las frustraciones. «Su comportamiento fue el de un hombre que está en un momento límite y se reguló haciéndose daño. Otros igual tiran la libreta contra el banquillo o pegan una patada a una botella».
«Hay que distinguir dos aspectos, si se trató de un episodio concreto y puntual o de una tendencia. En un momento puntual te puedes producir autolesiones, lo mismo que el que se pone nervioso y se come las uñas, pero hacerse daño, aunque sea superficial, es más grave», argumentó Armengou.
«Fue un episodio puntual que reflejó el nivel de ansiedad y tensión que estaba viviendo en el partido, comportamiento de una persona que está viviendo una situación límite y que no puede controlar en ese momento la frustración», siguió.
«Lo que sucedió con Guardiola habla del nivel de ansiedad que tiene, pero es un hecho puntual en momentos de tensión máxima», explicó el profesor Armengou.
Armengou subrayó que «no hay que darle al asunto mayor trascendencia porque fue un momento de enfado, que no tiene signos, por los antecedentes conocidos, de que se trate de una tendencia, por lo que no debe ser un problema».
El profesor universitario alejó la escena protagonizada por Guardiola de las tendencias de autolesión que, por ejemplo, se manifiestan en los adolescentes.
«Actualmente, en las consultas de psiquiatría, vemos adolescentes que se regulan la frustración y la ansiedad con autolesiones. El problema es que es un recurso conocido y buscado que acaba provocando grandes problemas psicológicos. Además se lesionan en sitios que no se ven para que no se noten las heridas. Lo de Guardiola fue un pronto gestionado de una forma muy inadecuada», explica.
Enric Armengou valoró el hecho de que Guardiola aclarase tras la rueda de prensa que no quiso «restarle importancia a los problemas de salud mental que afectan a muchas personas».
«No se le puede achacar poca sensibilidad con los problemas de ese tipo, simplemente se manifestó con una ironía», al decir que se quería «hacer daño» con los dedos y las uñas». Supo regular y dar la cara, admitiendo un gesto irascible».
También descartó Armengou que se tratara de un problema de autocontrol.
«Creo que no se puede hablar de un problema de ese tipo. sería excesivo, de los contrario lo veríamos con ese comportamiento en otros ámbitos. Es un hombre que vive los partidos con intensidad, pero no tenenos constancia de que se le haya ido la olla en ningún momento».
Simeone es un hombre emocionalmente muy potente
El profesor de la Universidad Abat CEU también habló del golpe de emotividad del técnico del Atlético de Madrid, Diego PabloSimeone, quien rompió en llanto cuando en plena entrevista fue preguntado por los 700 partidos cumplidos en el banquillo rojiblanco.
«Simeone es un hombre emocionalmente potente, pero tiene mucha experiencia. Se emocionó y, como no quería montar el número, tuvo un golpe de autoridad tuvo la autoridad marchándose de la entrevista», comentó sobre el Cholo.
«Los entrenadores son personas muy expuestas, si Guardiola juega mal y pierde tiene que dar la cara ante los periodistas y si Simeone llora la siguiente pregunta sería más lacrimógena. La gente del fútbol suele ser muy disciplinada, a veces demasiado rígidos, pero siempre están a prueba de la afición y la prensa. A veces les encumbran y otras les bajan».
Con información de la Agencia EFE