Juan Román Riquelme dio la cara tras la eliminación de Boca en la Copa Argentina. El presidente ídolo bajó al vestuario del estadio Mario Alberto Kempes una vez consumada la derrota por 4-3 ante Vélez, estuvo unos 10 minutos puertas adentro y luego habló con la prensa. Y si bien insistió con que la clasificación a la Copa Libertadores 2025 es «una obligación», apuntó contra los que le exigen el rendimiento para conseguirlo. Además, bancó al defensor peruano Luis Advíncula después de una infantil expulsión que complicó la semifinal.
«Es fútbol, nadie se hace expulsar porque quiere. Advíncula nos dio muchas alegrías, hoy le tocó ser expulsado por doble amarilla, son cosas que pasan. Yo lo vivo de esta manera, es deporte, quiero ganar, tengo siempre la ilusión que vamos a ganar, pero el fútbol argentino es muy competitivo», explicó sobre la jugada que terminó con el peruano yéndose tempranamente a las duchas, apenas iniciado el segundo tiempo.
Había salido del vestuario Riquelme. Donde pasó para darle su apoyo al plantel conducido por Fernando Gago. «Siempre paso por el vestuario, por Copa Argentina me divierte acompañar al equipo, es mi obligación estar acá», afirmó.
«Yo no escucho que hablen de todos los equipos que hay que clasificar a la Libertadores, nosotros tenemos la obligación, pero se sabe cómo manejan la información, cómo comunican. Yo soy el primero que hace autocrítica», apuntó, haciendo hincapié sobre el periodismo y los medios de comunicación.