La muerte del famoso peluquero Roberto Giordano trajo a la memoria colectiva sus mejores frases, una de las cuales tiene su germen en una cancha de fútbol, más exactamente en el Monumental de Núñez. «No me peguen, soy Giordano«, es un dicho que ya trascendió generaciones, al punto de que son pocos los que conocen la verdadera génesis.
La secuencia ocurrió el 27 de noviembre de 1995. Ese día, Boca y River se enfrentaban en el estadio Monumental. El estilista, fanático de Boca, estaba en la platea junto a sus dos hijos adolescentes. Cuando terminó el Superclásico, en el playón de estacionamiento, fue interceptado por la barrabrava de River. Lo tiraron al piso y lo atacaron salvajemente. En medio de la desesperación, el peluquero invocó su propio nombre. “¡No me peguen, soy Giordano!”, gritó sin éxito: lo patearon hasta provocarle triple fractura de fémur. Estuvo dos años sin caminar. Los médicos le salvaron la pierna colocándole una placa con 14 tornillos. Además, comenzó a sufrir problemas de corazón y tuvo que someterse a una serie de cirugías complejas.
“Después del no me peguen soy Giordano tengo que cuidarme cada vez que voy a la cancha de visitante. En la Boca eso no me pasa porque ya somos una familia», confesaría tiempo después.
Claro que esa no es la única anécdota que Giordano tiene con el fútbol. Su pasión por Boca lo llevó a recorrer el mundo para seguir al equipo de sus amores. Incluso estuvo en el Santiago Bernabéu, en la final de la Copa Libertadores de 2018. Y esa jornada tuvo que dejar la cancha antes de que termine el duelo. «Me siento muy mal. Me bajó la presión muchísimo. No es apto para cardíacos. Yo soy de Boca y estaba en la sala de primeros auxilios cuando hizo el gol Benedetto y salté. Las enfermeras me agarraron. Me agarraron todos. ‘Cuide el corazón’, me dijeron», contó Giordano en el entretiempo ya desde las afueras del estadio.
También era habitual verlo al peluquero siguiendo a la Selección Argentina en los Mundiales y Juegos Olímpicos. Y justamente en Atenas 2004, el peluquero protagonizó un histórico cruce con Gonzalo Rodríguez, uno de los movileros estrellas del programa CQC. «Hay que pegarle a Giordano», intentó hacer una humorada el cronista durante la final por la medalla dorada de Argentina contra Paraguay. Los hinchas se abalanzaron contra el estilista, que reaccionó con una trompada contra Gonzalito. ¿Cómo terminó la historia segundos después? El bueno de Roberto le dio un beso al periodista.
Otra de las secuencias que fueron virales cuando las redes sociales era apenas un experimento fueron las de Giordano cantando canciones de cancha, especialmente de su amado Boca. El olvido o confusión de las letras y las fallas en el ritmo eran las cuestiones que provocaban la risa.