Argentina soñó con el gran batacazo en su debut en el Final 8 de la Copa Davis en Málaga ante Italia que, liderado por un Jannik Sinner intratable, buscaba dar el primer paso hacia la defensa del título. Y mantuvieron la ilusión hasta el final los capitaneados por Guillermo Coria gracias a la enorme victoria de Francisco Cerúndolo ante Lorenzo Musetti y la lógica derrota de Sebastián Báez frente al número 1 del mundo, que dejaron la serie 1-1. Pero Filippo Volandri metió un cambio a último momento para el dobles decisivo que le salió bien y el conjunto italiano aplastó la ilusión argentina.

Cuando todos esperaban ver en el punto final a la consolidada dupla de Simone Bolelli y Andrea Vavassori, saltaron a la cancha Matteo Berrettini y Sinner. Y el reciente campeón del Masters y el 35° del mundo en single fueron demasiado para Máximo González (22° del ranking de dobles) y Andrés Molteni (21°): se impusieron por 6-4 y 7-5 y sentenciaron el 2 a 1 en el match y la clasificación a las semifinales.

En los papeles Italia era el gran favorito. Y se sabía que con Sinner en uno de los singles (como finalmente ocurrió), ese punto estaba (casi) perdido. El mejor del mundo está por cerrar una temporada extraordinaria en la que acumula un record de 70 victorias y apenas seis derrotas y ganó dos Grand Slams (en Australia y Estados Unidos), además de haber llegado a la cima del ranking.

Los argentinos apostaron, entonces, a ganar el duelo ante el segundo singlista italiano y a un dobles que se perfilaba como muy parejo. Con ese panorama en mente, Coria armó la estrategia correcta: “sacrificó” a Báez (27°) ante Sinner, para que Cerúndolo (30°) jugara ante Musetti (17°). Es que por presente y por nivel de juego, el porteño tenía más chances que Tomás Etcheverry (39°). Y Fran cumplió con soltura.

«Conociendo el nivel de Sinner y teniendo en cuenta cómo estaban físicamente nuestros jugadores, la potencia del rival y cuáles son las alternativas que tenemos para formar en función del ranking, nos enfocamos en cómo ganar el singles dos, tratar de hacerle partido a Jannik, porque en el tenis puede pasar cualquier cosa, y después en el dobles», confirmó Coria tras el cierre de la serie.

Cerúndolo jugó un partidazo. Arrancó con un quiebre abajo (2-0), pero no se desesperó al quedar tan rápido en desventaja y desde el tercer game creció cada vez más. Confiado, sin arriesgar ni equivocarse demasiado pero marcando el ritmo, lastimando muchísimo con el drive y muy metido en el partido, concentrado en lo que tenía que hacer, fue “desarmando” a Musetti. Y terminó dominando a su antojo un encuentro que se llevó por 6-4 y 6-1.

«Arranqué un poco nervioso, nunca es fácil jugar para tu país. Y sabíamos que era un partido clave para nosotros. Pero creo que a partir del 0-2 fui construyendo un poco mi juego, acomodándome a la superficie, que es un poco diferente a la de las canchas de práctica, y a partir de ahí hice un partido espectacular. En el segundo set, me sentí increíble, devolviendo muy bien, siendo paciente y atacando cuando tenía la oportunidad. Lo fui desarmando por todos lados», analizó el porteño.

Y agregó: «En la gira indoor me fue muy bien, gané buenos partidos, perdí otros muy parejos. Así que había que trasladar ese juego a la Davis, porque me venía sintiendo muy cómodo. Todos los que estamos acá jugamos bien al tenis, así que es estar ahí enfocado lo más que pueda. Y estoy contento porque fue uno de mis mejores partidos del año».

Báez hizo lo que pudo ante Sinner. No se lo vio descolocado en la cancha y tuvo algunos buenos pasajes de buen tenis, sobre todo con su saque. Pero Sinner, muy suelto y muy fresco en el cierre de una larga temporada, fue pura potencia y velocidad y erró demasiado poco. Así lo forzó a jugar apurado y sin poder pensar, plantarse bien en la cancha y dominar la pelota. El 6-2 y 6-1 no sorprendió y le dio una vida más a Italia.

«Como dijo Fran antes de la serie, para enfrentar a Jannik hay que sacarle el ‘aura’. Pero más allá de eso, hay otras cosas que juegan en el partido, los números, su juego y las sensaciones. Y lo que se siente en la cancha ante Sinner es que el flaco no te deja desplegar tu propio juego. Hoy demostró por qué fue el mejor jugador del año y por qué es el número uno del mundo», comentó Báez, admitiendo la superioridad de su rival.

Sin margen de error, Volandri movió sus fichas y se la jugó por una pareja inesperada: con Berrettini, que no jugaba un dobles desde febrero de 2023, y con Sinner, que ya había tenido acción en la Davis 2024 con Lorenzo Sonego en la fase de grupos de septiembre. Juntos habían disputado sólo dos partidos en la ATP Cup de 2022, con una victoria y una derrota.

Pero la jerarquía individual de los dos compensó la falta de recorrido en la especialidad y le dio a Italia el pase a semis. Ahora chocará con Australia, vencedor por 2 a 1 de Estados Unidos con la victoria decisiva del dobles de Matthew Ebden y Jordan Thompson.

«La clave del partido pasó por la devolución. No pudimos encontrar la devolución. Ellos sacaron muy bien, pero en los momentos de segundos saques, en los que había que meter presión como para hacerlos jugar más, flaqueamos un poco. Y ellos sí lo hicieron cuando nosotros no sacamos tan bien. Ahí estuvieron mejor que nosotros», resumió González.

Molteni afirmó: «Los dos jugaron a un gran nivel. Ambos sacaron muy bien, Berrettini sobre todo. Nosotros esperábamos que quizás Matteo nos diera un poquito más de chances en algunos momentos, pero dio muy pocas».

Con la eliminación consumada, Coria reveló que el cambio del dobles no fue una sorpresa para ellos: «Imaginábamos que si la serie se definía en el dobles iban a jugar Sinner y Berrettini. Nunca pensé en cambiar mi pareja, confío en mis jugadores. Y que Italia haya mandado a Jannik a la cancha, que llegó casi sin descanso, y haya sacado a una dupla que venía de jugar el Masters, habla de cuánto respeto le tienen a Machi y a Molto».

"Imaginábamos que si se definía en el dobles iban a jugar Sinner y Berrettini", dijo Coria. Foto AP Photo/Manu Fernandez«Imaginábamos que si se definía en el dobles iban a jugar Sinner y Berrettini», dijo Coria. Foto AP Photo/Manu Fernandez

«Nos ganaron bien. Nosotros estuvimos a la altura. Dimos pelea y estuvimos muy cerca de sacar a una potencia como Italia, con Sinner en el momento que está atravesando. Nos enfrentamos a uno de los mejores N° 1 de la historia. No nos sorprendió su nivel», agregó el Mago.

Dolido, pero con la cabeza en alto, González aseguró: «Hicimos un año muy bueno. Volvimos al Final 8 y todo el equipo, desde los jugadores hasta el cuerpo técnico, vivimos un 2024 muy lindo».

Ahora es el momento de hacer borrón y cuenta nueva, porque el sueño argentino de la segunda Ensaladera tendrá que esperar, al menos, un año más.



Fuente Clarin

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