«Se me hace muy difícil pensar en seguir jugando, el rugby me dio muchísimo más de lo que esperaba», fue la primera reflexión de Nicolás Sánchez, el goleador con 17 puntos en la tarde en que Tucumán Lawn Tennis se consagró por primera vez campeón del Nacional de Clubes. El apertura de 36 años, 104 partidos con Los Pumas y máximo anotador del seleccionado, mostró en la cancha su vigencia pero no dio pistas sobre su futuro.
En el presente, su equipo le ganó la pulseada a Alumni por 22-17 y se quedó con el torneo que suele consagrar a los equipo de la URBA. Será inolvidable para el club tucumano, que a mitad de año «repatrió» a Cachorro y enlazó un segundo semestre con tres títulos. En La caldera del Parque hubo fiesta después de un partido peleadísimo y con tres tarjetas amarillas.
Porque Nico Sánchez llegó de Japón tras una temporada luego del Mundial de Francia 2023 en el que rompió la barrera de los 100 partidos con la celeste y blanca y contribuyó para que los Benjamines ganaran el torneo regional. Luego, fue una de las piezas fundamentales para quedarse con el torneo del Interior y fue determinante, con 17 de los 22 puntos de su equipo en el Nacional. Todos con el pie: conversión, penales y drop.
Desde el kick off el partido tuvo la temperatura de la abrasadora tarde tucumana. Hubo un revuelo, algunos empujones, después de la primera disputa y un cara a cara -a cara de perro- entre Sánchez y el medio scrum Tomas Passerotti. Aunque no pasó a mayores, se jugó con una intensidad que demandó tres amarillas en el primer tiempo.
De hecho, lo primero que sucedió para la estadística fue una amonestación, la que se llevó Santiago González Iglesias por un knock on intencional. Pese a jugar con 14, Alumni llegó al try: Franco Battezzati consiguió apoyar y sacar una ventaja de cinco sobre los tucumanos, porque Joaquín Díaz Luzzi falló la conversión.
El equipo tucumano consiguió emparejar las cosas con el try de Joaquín López Islas y pasó al frente con la conversión de Nico Sánchez. Fue la primera patada de la tarde y fue efectiva como todas las demás.
Ya con 15 en cancha por el regreso de Rete, Alumni sufrió la segunda amarilla. Esta vez un tackle alto y a destiempo de Alejo González Chávez que otra vez dejó en desventaja numérica al equipo de Tortuguitas.
Sin embargo, igual que cuando el ex Puma esperaba 10 minutos afuera, el campeón de la URBA logró anotar y pasar al frente. Fue un penal y Díaz Luzzi buscó los palos esta vez con éxito. Peleadísimo, como las buenas finales, las cosas estaban 7-8.
Sin respiro, Cachorro tuvo la oportunidad de penal y fue a los palos: 10-8 a poco del cierre de la primera parte, que tuvo tiempo para una nueva amarilla, esta vez para el equipo tucumano. El amonestado, después del derrumbe en el scrum, fue Rodrigo Navarro que terminó afuera y debió esperar para reingresar en la segunda parte.
Con uno menos entonces, Tucumán Lawn Tennis no se achico y Sánchez volvió a sumar con los pies. Esta vez ensayó un drop que amplió la ventaja y empezó a mostrar a su equipo como el dominador del juego ya que apenas unos minutos más tarde volvió a demostrar su vigencia en un penal y llevó el marcador a 16-8. Antes, Díaz Luzzi falló el suyo.
Lejos de darse por vencido, Alumni comenzó su recuperación: con tres penales consecutivos de González Iglesias el equipo de Buenos Aires volvió a pasar al frente para dejar los últimos minutos a todo ritmo. Le duró poco la supremacía, porque Sánchez no falló en sus siguientes oportunidades, ambas de penal.
El primero para volver a poner arriba a su equipo y el segundo, cuando la chicharra ya había sonado, para desatar el delirio en el campo de juego que confundió a jugadores con hinchas para festejar algo inédito: la primera vez de Tucumán Lawn Tennis como campeón nacional de clubes.