A pesar de que muchos dan por hecha la salida de Sergio ‘Checo’ Pérez de Red Bull, nada indica hasta el momento que esto se hará realidad en la próxima temporada. Los rumores comenzaron en julio pasado durante el Gran Premio de Hungría y se extendieron hasta la última cita en Brasil. Lo cierto es que desde la escudería austríaca nadie habló oficialmente de su salida, más allá de las versiones que hablan de un cansancio aumentado por sus flojos rendimientos en la actual temporada. Sin embargo, en este escenario de dudas acaba de entrar en juego un tercer participante: los patrocinadores y el poder del dinero.
«Me verán en Las Vegas y me verán el año que viene», había deslizado el piloto mexicano al término de la cita en Interlagos con una postura firme que lo mostraba convencido de su presencia en la grilla en 2025. Para respaldar su postura, varios patrocinadores se sumaron para apoyarlo. Entre ellos, Claro, Telcel e Infinitum, todas empresa pertenecientes al emporio del multimillonario Carlos Slim.
Este importante y renovado apoyo económico apuntala la idea de que Pérez mantendrá su asiento en Red Bull. Está claro: la lealtad está con el piloto y no con la escudería. En el caso de que Checo abandone el equipo que maneja Christian Horner, sus patrocinadores saldrá con él. Y en un deporte donde la financiación lo es todo, la decisión de reemplazar al piloto mexicano por otro no es tan sencilla. Hay unos 30 millones de dólares en juego, según detalla el diario deportivo español Marca.
Esto dificulta la ya complicada situación de Franco Colapinto. Es que el argentino, que deslumbró en estas últimas seis carreras que disputó con Williams, no tiene asiento asegurado en la escudería de Grove, que ya cuenta con el tailandés Alex Albon y con el español Carlos Sainz como titulares. Allí, en el mejor de los casos, volvería a tener el rol de piloto de reserva. La única butaca sin nombre para 2025 es la del compañero del japonés Yuki Tsunoda en Racing Bulls, el segundo equipo de la empresa de bebidas energéticas. Y allí todos los números apuntan al neozelandés Liam Lawson, quien desde algunos grandes premios reemplazó al australiano Daniel Ricciardo. Es por eso que la eventual salida de Pérez, sumado al coqueteo mediático que se conoció en las últimas semanas, sería una chance extra para que el argentino se mantuviera entre los 20 elegidos que corren en el Gran Circo.
Pero para que eso ocurra, Horner debería despedirse no solo de Checo si no de todos los patrocinadores mencionados, además de Banorte, Kit-Kat -acaba de convertirse en sponsor de la F1-, Jalisco, ESPN (en español para toda Latinoamérica) e incluso Uber (México), que también apoyan al piloto azteca.
¿El dinero o el rendimiento?
A pesar de todo, Horner dejó en claro en varias ocasiones que «la F1 es un negocio basado en los resultados» y que «inevitablemente cuando no estás cumpliendo el foco está firmemente sobre ti. Siempre va a haber un escrutinio al respecto». Y efectivamente, Pérez no viene cumpliendo desde que inició la temporada. Sus resultados fueron notablemente peores que los de su compañero, el tricampeón mundial, Max Verstappen.
Ante la disyuntiva, Horner declaró que «llega un momento que hay que tomar decisiones difíciles«. No es algo que se pueda decidir de la noche a la mañana, y cuanto más corre el tiempo, aparecen más presiones de ambos lados. Por parte de Checo, sus patrocinadores intentan asegurarse que el mexicano siga compitiendo junto a Red Bull en 2025, pero hay otro lado que presiona para apostar por nuevos talentos.
Jos Verstappen, el padre y representante del actual líder del campeonato, expresó su deseo de ver a su hijo con un compañero más competitivo. Al ser preguntado sobre la posibilidad de ver a Lawson junto a Max, respondió: «Desde luego no estoy en contra. Es mejor tener a alguien que sea competitivo y empuje un poco a Max. Eso siempre ayuda, pero ya veremos».
Lawson se encuentra en una situación similar a la de Colapinto, aunque con un poco más de ventaja. Su contrato con RB (o VCarb) termina en 2025 con posibilidad de renovación, o incluso de un asenso al equipo mayor. Si esto último ocurre, su butaca quedaría libre para analizar la incorporación del piloto argentino en su lugar.
Las negociaciones están activas, aunque hasta el momento nadie dió indicios de una posible conclusión. Lo único que pueden hacer los pilotos, tanto Checo como Colapinto y Lawson, es demostrar en las pistas que se merecen un asiento.