La Bombonera es una olla caliente. A esta altura, el único que se salva es el DT recién llegado, Fernando Gago. Y así lo manifestó sobre el final del empate 1-1 frente a Deportivo Riestra: «Jugadores, no rompan las pelotas, a ver si se dan cuenta, que están jugando en Boca«. Es que, el Xeneize lo buscó durante todo el segundo tiempo, pero fueron más ganas que fútbol. Y, si bien pudo haber arañado una victoria, el final fue todo de Riestra. 120 segundos para el infarto.
Corren 50 minutos, el último de los 6 que adicionó el árbitro Yael Falcón Pérez y Antony Alonso se anima a jugar. Arranca a gambetear en tres cuartos de cancha y deja pagando a Cristian Lema, tanto, que el grandote defensor de Boca le pega de punta a la tierra y queda lesionado. El uruguayo se escapa hacia el gol y no quedará tiempo para nada. Entonces, aparece en escena Guillermo Fernández que sabe que un punto es más que nada y le tira una estocada desde atrás al jugador de Riestra. Pol lo engancha violentamente desde atrás, lo baja y evita el gol.
Cuando ingresó por Miramón a los 67 minutos, el hombre que se irá de Boca libre a fin de año, fue silbado. Ahora, cuando ve la roja casi a los 51, se va aplaudido. O al menos intercala algunos chiflidos con aplausos. Pol pide perdón con las dos manos y se toca el corazón, mientras deja la cancha.
Pero esto no terminó. Tiro libre para Riestra. El reloj marca 52:36 cuando Guillermo Pereira saca el tiro libre que pica un metro antes de la línea del gol y hace esforzar a Brey, que da rebote. El arquerito de Boca llega a reincorporarse para tapar de manera espectacular el tiro de Herrera que tomó el rebote y remató de tijera.
No había tiempo para más, sí para la sentencia de La Bombonera que estalló contra los jugadores que, sin mostrar reacción, son cada vez más cuestionados. No ganó en los tres partidos que dirigió, pero la victoria frente a Gimnasia por penales en Copa Argentina le dio aire.