«Quedan 11 vueltas. Si podemos adelantar a Lawson y Stroll, podremos dar caza a Gasly para el punto final», se envalentonaba Franco Colapinto en el giro 62 del Gran Premio de México de la Fórmula 1. Entendía que su Williams podía llegar al décimo lugar luego de haberse quedado, provisoriamente, con el récord de vuelta.
Y Colapinto fue todo. Al principio fue por Lawson, que comenzó a perder ritmo. Lo alcanzó y lo sobrepasó con una maniobra espectacular.
Sin embargo, en plena batalla, el argentino, con una de las gomas traseras, tocó el Racing Bull del neozelandés, que perdió parte de la trompa y quedó muy relegado.
Parecía que el argentino saldría ileso, tal como había sucedido cuando defendió su posición ante Max Verstappen (Red Bull) y Lewis Hamilton (Mercedes), dos grandes campeones del mundo y aspirantes a leyendas.
Sin embargo, todo se complico una vez finalizada la competencia, los comisarios de la carrera no tuvieron piedad con el chico de Pilar y le dieron una penalización de diez segundos. Sin embargo, no tuvo costos: sostuvo el 12° lugar porque le había sacado bastante distancia a su más inmediato perseguidor el francés Esteban Ocon (Alpine). Otro aprendizaje para Franco.